La Sección Cuarta de la Audiencia Nacional ha dictado sentencia. Los cabecillas del caso de las tarjetas black, el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y el exdirigente de Bankia, Rodrigo Rato, han sido condenados a seis años y cuatro años y meses de cárcel, respectivamente. Ambos exdirectivos están inculpados de delito continuado de apropiación indebida.
Asimismo, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional les ha impuesto pagar una multa de 108.000 euros a cada uno y les ha prohibido trabajar en cualquier actividad bancaria durante el tiempo que dure la condena. Blesa y Rato tendrán que responder de “forma solidaria” a la cantidad de dinero defraudada entre 2003 y 2012, es decir, a 12 millones de euros.
Los otros 65 acusados también han sido condenados a penas de cárcel que varían desde los tres meses hasta los tres años, ya que fueron “colaboradores” en el delito, según dicta la sentencia de 259 folios. De estas seis decenas y media de inculpados, solo el exdirector general de medios de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj, ha sido considerado “cómplice” de los dos expresidentes de Caja Madrid y Bankia.
La sentencia explica que los antecedentes de las tarjetas black se remontan a 1988, cuando presidía la entidad Jaime Terceiro. Este distribuyó unas tarjetas Visa con un límite para “dignificar” la retribución de los consejeros de la entidad. Sin embargo, estas eran exclusivamente para gastos de representación.
En 1996, Blesa accedió a la Presidencia. Este facilitó a los asesores un plástico a cada uno para “atenciones netamente personales” sin necesidad de justificar los gastos. Además, la resolución judicial asegura que, cuando Rato llegó a la dirección de Bankia en 2009, este continuó con la práctica de las tarjetas black.