España es menos pobre que en 2014, pero no cumplirá con Europa 2020. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), quien ha presentado este jueves en Madrid el VI Informe El Estado de la Pobreza. Según el indicador Arope, sistema que mide la tasa de pobreza y riesgo de exclusión social, 322.658 personas (lo que supone un 0,6%) habrían conseguido en un año salir de esta situación.
El indicador Arope (de sus siglas en inglés, At Risk Of Poverty and/or Exclusion) mide a la población bajo el umbral de pobreza y a las personas con privación material severa (PMS). Según la propia norma, establecida por la Unión Europea, se consideran en riesgo de pobreza “las personas que viven en hogares con renta inferior al 60% de la mediana de la renta nacional”. Y en el caso de las PMS, aquellas que no puedan poner la calefacción en invierno o no puedan permitirse una lavadora, entre otros ítems.
En total, en España, 3.543.453 personas viven en pobreza severa. Es decir, que tienen unos ingresos de 333,8 euros mensuales. Los dos factores con mayor incidencia son no poder irse de vacaciones una semana al año (41,6%) y no poder afrontar un “imprevisto” de 650 euros (39,8%). En cifras, el 6,6% de los hombres y el 6,3% de las mujeres sufren esta privación. De estos, el 18,3% de las personas son jóvenes menores de 30 años. El 9,9%, la cifra más alta, no alcanzan los 16 años, y el 8,4% se sitúan entre 16 y 29 años.
En cuanto a la población en pobreza relativa (aquellas personas que ganan menos de 633,4 euros al mes), el estudio concluye que un 22,1% de la población se ve afectada. Esto es, 10.383.238 personas. El 58% son menores de 30 años. Un 29,2% son jóvenes de entre 16 y 29 años, y un 28,8%, menores de 16 años. Además, al 29,9% les llega con el primer ciclo de secundaria, y a un 24,8% solo tiene cursados los estudios primarios.
No obstante, estos datos no son extrapolables a otros años, dado que el criterio ha cambiado. Por ejemplo, si en 2009 se consideraba pobre a todas aquellas personas que vivían en hogares con ingresos inferiores a 739,7 euros mensuales, en 2015 se han tomado los menores a 633,4 euros. Esto sucede porque se ha producido un empobrecimiento general de la población que ha bajado los umbrales. Por este motivo, aquellas personas que estén entre los 634 y 739 euros mensuales han dejado, para el indicador Arope, de ser pobres sin haber experimentado una mejora en sus calidad de vida.
Según este estudio, España no alcanzará los objetivos previstos en Europa 2020. En 2010, la Unión Europea ideó el proyecto. Una apuesta con la que con la que coordinar un modelo de crecimiento económico y social “inteligente, sostenible e integrador” para los próximos 10 años. Así pues, Los estados miembros alcanzaron acuerdos para “garantizar la cohesión social y territorial”.
Por su parte, España se comprometió en reducir el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social en 1,4 millones antes del año 2020. Cifra que, sin embargo, parece que no se podrá alcanzar. Transcurrido la mitad del período, el país no ha avanzado en el cumplimiento de ese compromiso. Es más, solo se ha distanciado del objetivo. Tanto es así, que tendría que reducir la situación de pobreza en 2,4 millones de personas en los próximos cuatro años.