El Gobierno chino quiere aumentar su control sobre la Región Administrativa Especial de Hong Kong. La problemática radica en que China no está cumpliendo el acuerdo con Reino Unido -por el que en 2047 asumiría la gestión total del territorio- y está implantando leyes y normas que originan protestas por parte de los hongkoneses.
La población de Hong Kong quiere mantener su democracia y no desea adoptar el sistema comunista que hay en el resto del país. Además, China ha empezado a detener a líderes políticos y a manifestantes.
En 2019, las protestas de Hong Kong llegaron a batir récords históricos, pues dos millones de personas se manifestaron en un territorio de siete millones de habitantes, aproximadamente. Los expertos predicen que China acabará haciéndose con el control total 10 años antes de 2047.
Según indican, la primera medida que China tomará para absorber Hong Kong será incrementar la población china en la isla. Hoy en día, en la zona hay 7,5 millones de habitantes, de los cuales casi dos millones son chinos. El Gobierno del gigante asiático hará que el número aumente hasta los casi cuatro millones. Esto, probablemente, provocará un cambio en la forma de pensar en Hong Kong y de la opinión que se tiene sobre Pekín.
Origen del conflicto
Hace siglos, los británicos quisieron negociar con China, pues eran fuertes demandantes de té y el país asiático era un gran productor. En aquel momento de la historia, Reino Unido controlaba India, así que pensaron en producir opio e intercambiarlo por té, y el trato se aceptó.
El opio es una sustancia de la que se obtienen drogas como la heroína o la morfina. La población china se vio perjudicada, pues cada vez había más problemas con la drogadicción. Fue entonces cuando China prohibió su consumo y se deshizo de esta sustancia. Los británicos dieron una respuesta armada, empezando así la Primera Guerra del Opio.
Reino Unido fue el vencedor de la guerra, y la familia imperial china que gobernaba en ese momento terminó por entregar parte de su territorio, concretamente Hong Kong. De esta manera, en 1842, pasó a ser gestionado por los británicos.
En 1997, los británicos devolvieron Hong Kong a China, bajo un acuerdo que incluía la cláusula “Un país, dos sistemas” y en el que se establecía que Reino Unido entregaba el territorio a cambio de mantener la democracia y economía heredadas. El texto, además, recoge que, en 2047, Hong Kong volverá a estar completamente gestionado por el Gobierno chino.