Andalucía, históricamente con gobiernos de izquierdas, ha dado un vuelco en las pasadas elecciones. Vox, partido de derecha, ha logrado 12 escaños y propicia una unión de los partidos de derecha que podría poner fin a 36 años de mando ininterrumpido del PSOE en esta comunidad autónoma. Aunque los socialistas fueron los ganadores de las elecciones, lo hicieron con 14 escaños menos que en 2015, un total de 33, lo que representó el 28% de los votos. Esto hace que su líder, Susana Díaz, vea reducidas las posibilidades de repetir gobierno. Díaz, que había adelantado las elecciones -originalmente previstas para marzo-, esperaba un resultado favorable y una victoria fácil, pero se ha encontrado con un cambio inesperado.
El PP y Ciudadanos, ante este crecimiento de la derecha, sobre todo de Vox, estudian pactar para propiciar el cambio. El Partido Popular se ha quedado con 26 diputados; Ciudadanos, con 21; Adelante Andalucía, con 17; y Vox, con 12 y con representación en todas las provincias y con dos escaños en Almería, Cádiz y Málaga. El partido dirigido por Santiago Abascal ha obtenido el voto de cerca el 11% Así consigue posicionarse y entrar en las instituciones en una comunidad tradicionalmente de izquierdas.
El PSOE obtuvo 33 escaños; el PP, 26; Ciudadanos, 21; Adelante Andalucía, 17; y Vox, 12.
Estos resultados le abren la puerta de la Presidencia de Andalucía a Juanma Moreno, el candidato del PP, partido que a pesar de haber caído en los escaños tiene el apoyo de Pablo Casado para gobernar. Juan Marín, de Ciudadanos, aseguró que también presentará su candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Otra alternativa que se baraja entre los socialistas es una alianza entre PSOE y Ciudadanos para frenar el avance de VOX, aunque no sumarían los 55 escaños necesarios para obtener la mayoría absoluta.
La victoria amarga de Susana Díaz
La victoria de la candidata del PSOE no se sintió como tal, ya que la formación obtuvo los peores resultados de la historia en Andalucía. Aunque, aun perdiendo 14 diputados, sigue siendo el partido con más votos de la comunidad, con el 28%. Díaz, quien reconoció el descenso de la izquierda y de su partido, aprovechó para hacer un llamamiento a frenar a la extrema derecha, y dijo: «Hago un llamamiento a las fuerzas constitucionalistas: que lo demostremos parando a la extrema derecha en Andalucía. Yo, al menos, lo voy a intentar».