Joe Biden ha tomado medidas de excepción para solucionar el problema que hay en Estados Unidos con respecto a la inmigración, pues ha aumentado el número de menores de edad que viajan a la frontera solos, sin sus padres. Por ello, la Casa Blanca ha anunciado este domingo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) se desplegará en la limitación del país con México para ayudar a esos niños y buscarles una tutela temporal.
La movilización es un recurso distinto al que hizo Donald Trump -quien quiso mantenerles en campamentos cerca de la frontera o devolverles a México- y, ahora, Biden ha autorizado que Fema atienda a los menores y los ponga junto a familiares o en casas de acogida, mientras los juzgados estudian sus casos. Se desconoce la cantidad exacta que llega a la frontera, pero fuentes de EE. UU. han asegurado que hay centenares a diario.
Joe Biden prometió cambiar las políticas de inmigración que puso Trump durante su mandato, con el objetivo de crear un sistema «más suave». Desde el comienzo de su legislatura, Biden ha tomado medidas para juntar a las familias separadas en la frontera sur. Además, presentó una propuesta con la que 11 millones de inmigrantes sin documentación, aproximadamente, podrían estar en un proceso de ocho años hacia la ciudadanía.
No obstante, esto está provocando una crisis en la frontera entre Estados Unidos y México, pues desde febrero se estima que hay 100.000 inmigrantes en la limitación del país, y los centros de detención se encuentran en el límite de su capacidad. Una las razones por las que el número de personas que desean irse a EE. UU. se ha incrementado es la percepción que se tiene de que, con Biden al mando, es más fácil entrar al país.
La mayor parte de los inmigrantes huye de circunstancias como la violencia o la pobreza que hay en América del Sur, y tiene la esperanza de que el Gobierno de Biden es más acogedor que el de Trump. Sin embargo, el secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., Alejandro Mayorkas, ha asegurado que están preparándose para gestionar el número de menores en la frontera. Tambien ha explicado que dará apoyo a otras agencias del Gobierno, con el fin de “recibir, albergar y trasladar de manera segura” a los niños que están llegando a la frontera con México.
La ley de Estados Unidos mantiene que los menores pueden estar, como máximo, tres días en esas instalaciones, pero más tarde deberán pasar a unos albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que se encarga de entregarlos a una persona de la familia o a un tutor hasta que su caso sea resuelto.
“Las CBP no son un lugar para un niño”, ha explicado Mayorkas.
Sin embargo, según ha informado Mayorkas, los centros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) “no son un lugar para un niño”, y ha asegurado que los menores se trasladarán “lo más rápido posible” a otros lugares adecuados para ellos. Además, dichos centros están colapsados porque no tienen suficiente tiempo para la gestión de los casos y los jóvenes están siendo detenidos.
El Gobierno de Estados Unidos suele recurrir a FEMA en caso de desastres naturales, como huracanes, pero el Gobierno de Barack Obama también pidió ayuda a la agencia en 2014, pues miles de menores procedentes, mayoritariamente, de El Salvador, Honduras y Guatemala llegaron solos a la frontera.