Aznar, en la UFV: «Callarse es hacerse cómplice»

- Desmarcar - 27 de noviembre de 2020
Los alumnos preguntaron al expresidente del Gobierno sus dudas sobre el futuro del liderazgo. FOTO: Javier Valero.

José María Aznar, expresidente del Gobierno y presidente del Instituto Atlántico de Gobierno (IADG), inauguró este miércoles el nuevo curso del Aula de Liderazgo en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) con una conversación con los alumnos sobre los nuevos retos por afrontar debido al cambio de época.

La sesión comenzó con la pregunta de Florentino Portero, director del Instituto de Política Internacional de la UFV, sobre si la actual forma de política había cambiado, haciendo referencia a Nicolás Maquiavelo. Aznar respondió que la definición del liderazgo seguía siendo la misma: «Tenemos una visión abierta de la historia y creemos en principios de continuidad histórica que procuramos hilvanar para fortalecer las instituciones».

Sin embargo, el expresidente afirmó que lo que sí había variado era que los líderes no estudiaban ni comprendían la historia. «Sin el conocimiento de los hechos es absolutamente imposible comprender lo que pasa en el mundo de hoy», sentenció Aznar. Además, alertó sobre los problemas de negar algunas realidades que puedan suceder en un país e hizo mención a la situación actual de España: «Cuando una determinada pasión arraiga en los pueblos o salen líderes excesivamente convencidos que la identidad debe prevalecer sobre cualquier otra cosa, existe un grave peligro».

Liberalismo
Aznar mostró su preocupación por la actitud de algunos liberales. «Sienten pánico de que los demás no le consideren suficientemente liberal», afirmó. Comentó el ejemplo de que, dos meses después de la proclamación de la Segunda República, muchos no tuvieron el «suficiente coraje» para hablar ni actuar en consecuencia por la quema de algunas iglesias. «El problema es que faltan líderes liberales que sepan mantener con coherencia sus posiciones. Pues a lo que no es responsable, se le acabará haciendo culpable», explicó el presidente de IADG.

«Sin el conocimiento de los hechos es absolutamente imposible comprender lo que pasa en el mundo de hoy», afirmó Aznar.

El expresidente del Gobierno también hizo alusión a la situación de España y avisó de que algunos habían decidido acabar con la transición política española, que «fue imperfecta porque el concepto de perfección no existe». «Lo ponemos en cuestión en nombre de que vamos a tener menos libertad o democracia. El terreno de un liberal es que no tiene que aceptar esto, y decirlo, porque callarse es hacerse cómplice de unos procesos que pueden conducir a un mal destino», afirmó.

Además, José María Aznar señaló que España era «mejor hace 20 años» que ahora. «Hay que facilitar oportunidades a España, como tener más empresas que creen empleo y que cada uno sea independiente, sin tener subsidios», opinó. El expresidente también intentó hacer una llamada a los jóvenes por el dilema que están viviendo: «Tener que pagar la deuda o marcharse a buscar su futuro. Eso es una fractura terrible que tiene unas causas. No solo la pandémica o la crisis actual, sino que hay un parte de la sociedad que quiere salvarse a sí misma sin contar con ellos», lamentó. Aznar constató que esta realidad ha tenido lugar debido a que no hay objetivos comunes, no se sabe cuál es el proyecto de nación o se desconoce lo que se quiere.

Los líderes del futuro

Los alumnos preguntaron al expresidente del Gobierno sus dudas sobre el futuro del liderazgo. FOTO: Javier Valero.

«El liderazgo político es una vocación. Por eso, con la universidad, buscamos cómo resurgir eso en la política», afirmó Aznar, quien piensa que en la actualidad es muy difícil encontrar en los jóvenes ese sentimiento porque la vida pública ha sido muy desprestigiada. «Resucitar esas vocaciones políticas sería extraordinariamente importante para todos los países porque ayudaría que todos los países sean más plurales y mejores», constató.

Ante la pregunta sobre la creciente polarización, el expresidente afirmó que una de las características del mundo moderno es la fragmentación en lo social, político, económico y cultural. «Todo esto produce un radicalismo donde prevalecen razones de territorio, de raza, de identidad y de género, menos lo que significa el respeto a la libertad individual así como la construcción de causas comunes útiles para la nación. Por eso, los centros políticos desaparecen», explicó.

Aznar puso de ejemplo las declaraciones de Arnaldo Otegi (EH Bildu) después de anunciar el apoyo de su grupo parlamentario a los Presupuestos Generales del Estado. «Hay que procurar que esas cosas no sucedan, pero eso depende de los liderazgos políticos. Se deben construir opciones estables que puedan garantizar que la convivencia se ejercita razonablemente, y es muy necesario en estos momentos», aseguró. Finalmente, lanzó una advertencia ante la deslegitimación de las instituciones: «Algunos de los políticos no están pensado en mejorar la sociedad española, sino en un proceso constituyente para destruirla tal y como la conocemos».

Los comentarios están cerrados.