OdiseIA, el Observatorio del Impacto Social y Ético de la Inteligencia Artificial en España, organizó el pasado mes de febrero su primer hackathon internacional de Inteligencia Artificial (IA) para colectivos vulnerables, con el apoyo de Google y en colaboración con la Fundación Pablo VI.
Se trató de OdiseIA4Good, un encuentro tecnológico cuyo principal objetivo es desarrollar soluciones de inteligencia artificial innovadoras para abordar problemáticas sociales concretas. Para ello, trataron dos temas de vital importancia para las nuevas generaciones: la accesibilidad y la educación.
IA y accesibilidad
Uno de los principales debates giró en torno a cómo la IA puede beneficiar a las personas con discapacidad. Enrique García Cortés, director del Área de Autonomía Personal e Innovación de la Fundación ONCE, destacó que la IA permite el acceso a recursos que, de otro modo, serían inaccesibles, desde lectores para personas con discapacidad visual hasta sistemas que faciliten la movilidad. Sin embargo, también se advirtió sobre la necesidad de garantizar que esta tecnología sea inclusiva y no se convierta en una nueva barrera.
«Todos debemos poder acceder a la IA», señalaron los ponentes, que insistieron en la importancia de abrir las puertas a quienes desean una vida con autonomía y dignidad.
IA y educación: una revolución en marcha
Otra de las mesas abordó la importancia de la formación y la educación en el aprovechamiento de la IA, especialmente para colectivos vulnerables. Expertos como Marlon Molina, vicepresidente del Smart Campus IA, y Jesús Avezuela, director de la Fundación Pablo VI, coincidieron en que la IA tiene un gran potencial para mejorar el aprendizaje, pero también plantearon interrogantes sobre su regulación.
«Tenemos que aspirar a ser mejores como sociedad e individuos. Pero, ¿hasta dónde y cómo? ¿Vale todo?», reflexionó Avezuela, quien insistió en que los cambios deben orientarse al bienestar humano.
Antonio Alonso, director de Educación Digital de Fundación Telefónica, destacó que la IA puede potenciar la capacidad de aprendizaje de los alumnos, pero también exige nuevas formas de evaluación. «Quien sepa utilizarla bien, para mí, chapó», afirmó.
Ricardo Palomo, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad CEU San Pablo, subrayó que las empresas ya valoran el dominio de la IA en sus candidatos. «Es una herramienta más al servicio de las personas. Debemos citar que hemos usado ChatGPT en un trabajo y aprender a integrarlo de forma ética», señaló.
Ética y persuasión en el uso de la IA
Otro aspecto a mencionar es la persuasión en el ámbito empresarial. Para ello, Pilar Bringaw, experta en comunicación y marketing, y Vas Wouters, CEO del Cialdini Institute, distinguieron entre persuasión y manipulación.
«No es lo mismo influir en una decisión de forma ética que distorsionar la información para condicionar a las personas», explicaron. Se citó el caso de plataformas como Tripadvisor, donde la manipulación de críticas puede distorsionar la percepción de los usuarios.
El evento concluyó con un mensaje optimista sobre el futuro de la IA: «No debemos tener miedo, sino aprovechar sus oportunidades con sentido común y responsabilidad», coincidieron los expertos. En un mundo cada vez más digital, la clave estará en encontrar un equilibrio entre el avance tecnológico y su impacto en la sociedad para garantizar que la IA sea una aliada en la construcción de un futuro más accesible, justo y ético.
