Name the truck, el nuevo foodtruck en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) ha nacido a partir del Trabajo de Fin de Grado (TFG), ideado por Adrián Anoz, antiguo estudiante del Grado en Administración y Dirección de Empresas y del Grado en Gastronomía. En este proyecto, le ha acompañado Miguel Ángel Muñoz, socio y amigo, y antiguo alumno en el Grado de Gastronomía. Ambos visualizaron una oportunidad para ir más allá del interior de las aulas.
Esta nueva oferta culinaria en la UFV se caracteriza por su variedad y rapidez en cocina de pinchos y cazuelitas. Además, se ha convertido en el primer foodtruck del mundo con realidad aumentada.
«Quería hacer algo muy mío, algo diferente», afirma Adrián Anoz.
Durante su etapa como estudiante, Adrián tuvo clara su inclinación hacia el emprendimiento y su deseo de seguir el camino de su madre. «Quería hacer algo muy mío, algo diferente», expresa Anoz. Desde el inicio de su carrera, su iniciativa dio origen al concepto de foodtruck, con la visión de llevar su negocio a «cualquier rincón del mundo».
Ramón Fernández de Caleya, tutor de TFG de Anoz y director del Centro de Emprendimiento UFV, destaca que el valor distintivo de este proyecto radica en su enfoque hacia el ámbito académico. Además, señala que uno de los desafíos más significativos estuvo relacionado con la captación de atención mediante diversos servicios y estrategias.
«Los profesores me ayudaron a enfocar mi negocio sin perder la esencia», enfatiza Anoz.
A su vez, Anoz menciona que durante el proceso experimentaron varios cambios, pero destaca: «Los profesores me ayudaron a enfocar mi negocio sin perder la esencia». De hecho, la ideal inicial no contemplaba abrir una tienda física, al ser mucho menor el coste de inversión de un foodtruck. «Me negaba rotundamente porque tienes una presión brutal con acertar con el lugar, en cambio nosotros podemos ir a todos sitios», declara Anoz.
Sin embargo, uno de los problemas que se ha encontrado el equipo de Name the truck son las condiciones meteorológicas. «Ha habido ocasiones que hemos tenido que cerrar porque cuando llovía nos entraba agua en el foodtruck», afirma Anoz. Para él, este desafío implica una reflexión en torno a concepto de su negocio, pero enfatiza que su entusiasmo sigue intacto.
Asimismo, el antiguo alumno aseguró que su mayor aprendizaje ha sido «la vida, vivir más tranquilo» y entender que, en ocasiones, las cosas se desarrollan según lo planeado y en otras no. «En ese momento, en mi cabeza de niño pensaba que podías ir a un local, prepararlo en tres días, y al cuarto ya estar operando», señaló Anoz. A su vez, afirma que este proceso representó un enfrentamiento con la realidad en términos laborales, personales y, especialmente, económicos.
«Para mí, el mayor logro es disfrutar lo que estoy haciendo», expresa Anoz.
Según la perspectiva de Adrián Anoz, Name the truck tiene como filosofía de vida que cada día merezca la pena estar, y que se haga «por pasión». «Para mí, el mayor logro es disfrutar lo que estoy haciendo», señala Anoz. Además, uno de los consejos que Anoz transmite es «hacer lo que te gusta, tener las agallas de cambiar las cosas y no tener miedo por emprender».