Japón ya no es la tercera economía mundial. La economía japonesa está en recesión técnica y, desde el 15 de febrero, ha sido superada por Alemania.
Japón es un país que en los sectores del automóvil, la robótica, la biotecnología, la nanotecnología y las energías renovables destaca notablemente. El sector servicios, como la banca o telecomunicaciones, representa alrededor del 70% del PIB (Producto Interior Bruto) y emplea a más del 72% de la mano de obra.
Asimismo, tiene dependencia de las exportaciones. Por ejemplo, las exportaciones españolas de bienes a Japón en 2022 alcanzaron un récord histórico, con valor de 2.282 millones de euros, un 11,8% superiores a las de 2021. Según la ficha país de la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, las exportaciones principales, en 2023, fueron la carne y despojos comestibles, fundamentalmente carne de porcino, los vehículos automóviles y partes y los aceites minerales y combustibles. España también exporta aceites alimentarios, fundamentalmente aceite de oliva y bebidas, especialmente, vino. La exportación de carne ha crecido un 28% en 2022, parcialmente ayudada por episodios de fiebre porcina en otros países competidores europeos.
Sin embargo, hay factores que influyen negativamente en la economía. Japón tiene una elevada inflación y cuenta con la relación deuda-PIB más alta, que llegó a aumentar, en 2022, hasta 260%, aproximadamente. Además, la covid-19 y la guerra de Ucrania y Rusia han provocado un bajón en la economía. En 2020, la pandemia supuso un -4,6% en el crecimiento del PIB.
Las contracciones que experimentó la economía japonesa
Durante el cuarto trimestre de 2023, el PIB de Japón experimentó una contracción del 0,1%, en comparación con el trimestre anterior, que ya había retrocedido un 0,8%. Estos datos indican que el país entró en una recesión técnica al registrar dos trimestres consecutivos de declive en la actividad económica. Estos números recientes también significan que Japón ha perdido su posición como la tercera mayor economía del mundo medida en dólares y ha cedido ese puesto a Alemania.
No es la primera vez que Japón pierde su puesto en el podio de mayores economías mundiales. Se ha encontrado en segundo lugar, por detrás de Estados Unidos, hasta 2020, cuando fue rebasada en tamaño por China. EE. UU. sigue ocupando el primer puesto.
La disminución de la actividad económica entre octubre y diciembre se reflejó en una contracción del consumo de los hogares del 0,2%, después de haber caído un 0,3% en los tres meses anteriores. Asimismo, la inversión pública registró una caída del 0,1%, en comparación con el aumento del 0,3% en el tercer trimestre. En términos anuales, la contracción del PIB de Japón en el último trimestre de 2023 fue del 0,4%, en comparación con la caída del 3,3% observada entre julio y septiembre.
Motivos de la crisis económica
Uno de los motivos que más pesan es la debilidad del yen, la moneda japonesa, frente al dólar estadounidense. Durante una conferencia de prensa realizada en Tokio, en febrero, la subdirectora gerente del FMI (Fondo Monetario Internacional), Gita Gopinath, había destacado que una razón significativa por la cual Japón podría descender en la clasificación era la depreciación del yen en un 9% frente al dólar estadounidense el año pasado.
Además, Japón es el país más endeudado del mundo, puesto que se dedica a fomentar el gasto interno para sostener el funcionamiento de su economía. Los habitantes y empresas, que son fundamentales para el desarrollo económico casi no consumen, lo que lleva al Gobierno a intervenir gastando por ellos.
La crisis demográfica del lugar es notable. Japón debe hacer frente al desafío del envejecimiento demográfico. Esto implica un aumento en los costes de la seguridad social y la atención médica del Estado y, por tanto, los mayores deciden ahorrar.
Alemania supera a Japón como tercera economía mundial
Pese a su debilidad económica actual, #Alemania se ha convertido en el tercer país más rico del mundo al entrar #Japón en recesión técnica debido, ante todo, a la fuerte depreciación del #yen. /rc pic.twitter.com/Ktnmve1J1F
— DW Español (@dw_espanol) February 16, 2024
La historia de la evolución económica de Japón
Los problemas que tiene Japón con su economía se remontan años atrás. En la década de los 60 se intentaba recuperar de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial con un plan de reconstrucción y modernización, con inversiones en industria y tecnología. Este resultó exitoso y llevó a Japón a ocupar una posición destacada. Además, la colaboración entre el Gobierno y el sector privado formó una alianza y se consiguió el reconocimiento internacional de compañías como Honda, Sony y Toyota.
El país se especializó en producir bienes de alta calidad duraderos y de bajo costo, y exportó, especialmente, productos electrónicos y automóviles. Sería en los años 80 cuando pasaría a convertirse en la segunda gran potencia mundial, solo por detrás de EE. UU.
En aquel periodo, Japón experimentó un superávit comercial considerable. Los fondos que fluían desde el extranjero fueron utilizados por las empresas, especialmente por los bancos, para la adquisición de propiedades y acciones. Gracias a la explosión del mercado inmobiliario, el mercado de valores logró un auge exponencial.
Para 1990, el valor de todas las propiedades en Tokio era comparable al valor total de las propiedades en Estados Unidos y los índices bursátiles alcanzaron su punto más alto. Esto llevó a que la capitalización de la bolsa japonesa superará a la estadounidense.
El comienzo del declive
No obstante, esta etapa de crecimiento se frenó y comenzó un declive en los años 80. La decisión del Banco Central de Japón de aumentar los tipos de interés fue objeto de críticas. En 1988, ante la sensación de que el precio de la vivienda era un activo fijo, empezaron a reducirse sus valores en numerosas zonas del país y alcanzó el colapso definitivo en 1990.
Tanto individuos como empresas que habían obtenido préstamos para adquirir bienes raíces se encontraron en la situación en la que sus propiedades valían menos de lo que debían. Esto desencadenó una crisis financiera, ya que numerosas empresas no pudieron cumplir con sus compromisos financieros.
Esto llevó a una serie de consecuencias que impactaron fuertemente en Japón: los precios no recuperaron los niveles de 1990 hasta el año 2007, se generó un elevado nivel de corrupción en toda la nación, se desencadenó una disminución tanto en el consumo directo como en la inversión, lo que resultó en un prolongado período de deflación y las empresas también sufrieron consecuencias devastadoras, que las enfrentó a niveles de endeudamiento alarmantes.
Alemania, de estar en recesión a estar en el podio
Alemania es conocida como la locomotora económica de Europa y se encontraba, hasta hace poco, en el cuarto puesto de mayor economía mundial, por delante de otros lugares de la Zona Euro como España o Francia.
El país cerró 2023 en recesión, puesto que su PIB cayó un 0,3%. Sin embargo, ha sobrepasado a Japón y ha conseguido el tercer puesto debido, en gran parte, a la depreciación del yen frente al dólar y el euro.
En enero, el Gobierno de Berlín reveló que su PIB nominal para el año 2023 alcanzó los 4,12 billones de euros, lo que equivale a 4,5 billones de dólares. El PIB nominal de Japón en 2023 fue de 591,48 billones de yenes, equivalente a 4,2 billones de dólares. A pesar de ello, el adelantamiento de Alemania ya había sido predicho por el FMI en octubre.
Los problemas que llevaron al país a estar en recesión fueron el consumo de los hogares, que experimentó una caída del 1,2%, en comparación con el trimestre anterior, y el consumo final del Gobierno, que también experimentó una caída significativa del 4,9%, en comparación con el trimestre anterior. Además, el aumento en los precios de la energía representa un desafío significativo para Alemania, dado que gran parte de su industria depende de la energía.