La esperanza de vida está empezando a recuperarse en el mundo después de que descendiera con la pandemia de coronavirus. Sin embargo, en Reino Unido la cifra es la más baja desde 2010. Según datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales, la media de vida en hombres es de 78,6 años (en España son 81,8 años) y la media de vida en mujeres es de 82,6 años (en España son 87 años). Esta situación lleva presente desde los años 70, y entre las causas están la contaminación, la poca calidad de vida y las diferencias sociales.
Glasgow (Escocia) llegó a tener la menor esperanza de vida en Europa, con 54 años de media. Tal era la diferencia que se creó el término “efecto Glasgow” para denominar el exceso de mortalidad.
Medios de comunicación británicos llevan tratando de este efecto desde 2017, estos destacan que las causas de esta menor esperanza de vida son la alta tasa de suicidios, relacionados con la calidad de vida y la falta de sol, lo que puede dar lugar a la depresión; la mala alimentación que se lleva a cabo, y el nivel de asistencia sanitaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido al secretario de Salud de Escocia, Michael Matheson, que tome medidas para intentar elevar la esperanza de vida. El Gobierno escocés está trabajando para mejorar los resultados de salud, con una inversión de 500 millones de libras a City Region Deal. Además, las entidades regionales han obtenido 300.000 libras de financiación de Health Foundation.