Donald Trump ha ofrecido su primera rueda de prensa desde que fuera elegido presidente de EE.UU. allá por noviembre. La comparecencia tuvo lugar en una improvisada sala de prensa dentro de la Torre Trump, en Nueva York. A nueve días de ser nombrado máximo mandatario del país más importante del mundo, el magnate republicano endureció sus críticas a los servicios de inteligencia, que comandará desde el próximo 20 de enero, a cuenta de la filtración de unos supuestos documentos comprometedores del propio Trump en manos de Putin. “Es una mancha tremenda (para la inteligencia)”. “Era algo que la Alemania nazi habría hecho, y hacía”, argumentó.
Así iniciaba, el presidente electo, una intervención en la que quiso zanjar la polémica en cuanto al muro en la frontera con México, sin echarse atrás ni mucho menos: “Podría esperar un año o un año y medio hasta que concluyan las negociaciones con México que comenzarán de inmediato en cuanto asuma la Presidencia, pero no quiero esperar” remarcó, a la vez que dijo que «va a ser un muro, no una valla».
Es más, Trump aseguró: “México, de alguna manera, y hay muchas, nos va a reembolsar el costo del muro”. Ante la repregunta de los periodistas, Trump insistió: “Va a pasar, ya sea mediante un impuesto o, más probablemente, un pago, va a pasar”. Incluso aprovechó para tachar a Enrique Peña Nieto (presidente de México) de “fanático”, aunque aseguró que “no le echa la culpa de haberse aprovechado de Estados Unidos”, si es que realmente lo ha hecho, pero advirtió: “Esto es algo que nunca deberíamos haber permitido y no va a suceder mas”. “México va a pagar por el muro, nos va a reembolsar” reiteró.
Otro de los temas en los que más se insistió durante la rueda de preguntas fue el Obamacare. Trump está decidido a derogarlo porque, dice, “es un desastre absoluto que está implosionando”. «Vamos a aprobar una ley sanitaria para ocuparnos de verdad de la sanidad de nuestro país. El ObamaCare es un problema de los demócratas y nosotros lo vamos a solucionar. Vamos a presentar un plan, una sanidad que será menos costosa y mucho mejor» manifestó el magnate ante una medida que afecta a más de 20 millones de personas y que ven como pueden perder su prestación sanitaria sin saber que vendrá después.
El futuro presidente de EE.UU. aprovechó para anunciar que cederá el control y la dirección de sus empresas a sus dos hijos varones, aunque, según explicó su abogada Sheri Dillon, no liquidará sus activos en dichas compañías. «Podría dirigir mis empresas y ser presidente al mismo tiempo, pero no lo voy a hacer», aseguró el multimillonario antes de autoproclamarse como el “mayor creador de empleo que Dios ha creado”.