La oposición rusa estima que 3.400 personas fueron detenidas este domingo por protestar en apoyo a la libertad de Alexey Navalny y pedir la dimisión del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Bajo gritos de “Putin es un ladrón” o “Basta de fascismo”, los agentes declararon las manifestaciones celebradas en más de 100 ciudades del país, y convocadas por el equipo de Navalny, como ilegales, por lo que procedieron a arrestar a los participantes.
Alexey Navalny es el opositor político de Putin, y hace unos meses fue envenenado mientras se encontraba en Rusia. Navalny pensaba que el culpable era el Gobierno ruso. Sin embargo, Putin salió a desmentir la acusación: “Nuestros servicios de seguridad le vigilan, pero eso no significa que tuviéramos que envenenarle (…) Si realmente hubieran querido eso, habrían terminado su trabajo”, aseguró el presidente.
Navalny ha estado meses recuperándose en un hospital alemán, y cuando decidió regresar a Rusia y pisó uno de los aeropuertos de Moscú fue detenido y enviado a un centro preventivo durante, al menos, 30 días. Se le acusó de fraude empresarial y malversación de fondos, aunque sus seguidores opinan que solo es una excusa del Gobierno. Además, el 29 de enero se convocará una audiencia para decidir si su condena debe ser sustituida por una pena de cárcel.
Por ello, miles de personas salieron a la calle para protestar contra su arresto, y como estas concentraciones no fueron autorizadas por Putin, los cuerpos de seguridad comenzaron a arrestar a los manifestantes, incluida a la mujer de Navalny.
“Terminé en Alemania, en cuidados intensivos, por una sola razón: trataron de matarme”, ha asegurado Navalny.
“Nunca fue cuestión de volver o no volver porque nunca me fui (voluntariamente)”, ha publicado Navalny en su perfil de Instagram. El rival del presidente mantiene que la única razón por la que acabó en un hospital de Berlín fue porque intentaron acabar con su vida. “Los sirvientes (de Vladimir Putin) están actuando como siempre, fabricando nuevos casos criminales contra mí. Pero no estoy interesado en lo que me van a hacer. Rusia es mi país, Moscú es mi ciudad y la extraño”, ha señalado.
“He sobrevivido. Y ahora Putin, que dio la orden de asesinarme (…) dice a sus servidores que hagan todo lo posible para que no vuelva”, ha manifestado el opositor del presidente.
El representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, denunció en su cuenta de Twitter el “uso desproporcionado de la fuerza” que ejercieron las autoridades. Además, el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, también ha desaprobado el “uso de la violencia contra manifestantes pacíficos y periodistas”.
Following unfolding events in #Russia with concern. I deplore widespread detentions, disproportionate use of force, cutting down internet and phone connections.
We will discuss on Monday next steps with EU Foreign Ministers #FAC
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) January 23, 2021
El equipo de Navalny ha dicho que las manifestaciones son las “mayores de la historia rusa contemporánea”. “Fue una protesta a escala en todo el país. Le mostramos a Putin nuestra fuerza”, explicaron sus partidarios, y han convocado nuevas manifestaciones para el próximo fin de semana.
El equipo de Navalny ha alertado a sus seguidores para que no se dejen amenazar por “los propagandistas” del Estado, y ha prometido reembolsar las sanciones económicas impuestas por las autoridades rusas.