Nursultán Nazarbayev llegó a la Presidencia de Kazajistán – entonces República Socialista Soviética Kazaja – en 1990, y, desde entonces, se había mantenido en el poder. Además, ganó las últimas elecciones del país, en 2015.
Su política se basaba en un intento de preservar buenas relaciones, tanto con Occidente como con Rusia, hasta que decidió realizar un mayor acercamiento a Moscú, de tal manera que acabó incorporándose a la Unión Euroasiática, proyecto presentado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Nazarbayev anunció su dimisión a través de un mensaje que fue emitido en televisión: «Este año habré ocupado el puesto más alto durante 30 años. La gente me dio la oportunidad de ser el primer presidente de un Kazajistán independiente».
Esta renuncia, pese a que para la mayoría ha sido una sorpresa, finalmente resultó no serlo tanto, ya que, cuatro semanas antes, había prescindido de su equipo de gobierno alegando que «en muchas áreas de la economía, a pesar de la adopción de muchas leyes y decisiones gubernamentales, no se han logrado cambios positivos».
A pesar de la decisión de abandonar la Presidencia del país, Nazarbayev será el presidente del Consejo de Seguridad y, además de conservar un puesto vitalicio como “líder de la nación”, seguirá dirigiendo el partido gobernante.
Un mediador en el plano internacional
“Tampoco hay que olvidarse de lo importante que fue la figura de Nursultán Nazarbayev en la arena internacional”, así recalcó la importancia de Nazarbayev el director del Centro de Estudios de los Problemas de Asia Central, Andréi Kazantsev, quien recordaba además que hay que tener en cuenta que no solo es el presidente del país asiático más longevo de la historia, también es el único mandatario que ha dirigido al país tras su salida de la Unión Soviética.
En una entrevista, Kazantsev recordó que el ya ex presidente es un gran aliado de Putin, presidente de Rusia, y cuenta con influencia diplomática: «Gracias a eso pudo actuar como intermediario en muchas cuestiones, cuando se produjeron tensiones en las relaciones entre Rusia y EE. UU. Por ejemplo, Kazajistán lleva a cabo una gran labor intermediaria en el conflicto de Siria”.