Sergio Moro, encargado de algunas investigaciones del caso Lava Jato y de encarcelar al expresidente Lula da Silva, ha aceptado el puesto de ministro de Justicia en el nuevo Gobierno del recién nombrado presidente Jaíl Bolsonaro. La decisión se hizo pública el pasado viernes 2 de noviembre, cuatro días después de que se le presentara la posibilidad de ocupar dicho cargo.
«Jamás. Jamás. Soy un hombre de justicia y, sin ánimo de criticar, no soy un hombre de política», afirmó Moro.
El futuro ministro de Justicia alegó hace dos años al diario O Estado de S. Paulo que jamás llegaría a dedicarse al mundo de la política. Por ello, su entrada en el puesto ha sorprendido.
Trayectoria de Sergio Moro
La labor judicial de Sergio Moro durante los últimos años ha ido cobrando cada vez más reconocimiento. El caso con mayor repercusión fue el referente a la trama de blanqueo y desvío de dinero del Estado utilizando la petrolera Petrobras, en 2014. El juez condenó a 218 personas e imputó a otras 289, la gran mayoría de ellos pertenecientes al Partido de los Trabajadores (PT).
El caso más reciente y destacado fue en 2017, cuando Lula da Silva, presidente de la República Federativa de Brasil entre enero de 2003 y diciembre de 2010, fue condenado por corrupción. En enero de este año, la sentencia fue ratificada por segunda vez y aumentada, y el expresidente fue finalmente encarcelado en abril.
Bolsonaro y la política en Brasil
Jaír Bolsonaro ha sido calificado por sus detractores como homófobo por decir, entre otras cosas, que si viera a dos jovenes gais besándose en la calle les pegaría. Según él, «si el niño empieza a amanerarse, se le atiza y cambia su comportamiento». El recién electo presidente de Brasil, con mas de la mitad de los votos, también ha sido clasificado de machista por comentarios en los que degrada a la mujer, incluso a su única hija, al decir que con ella «flojeó».
Bolsonaro también ha sido acusado de no tener interés por las minorías sociales de Brasil, país en donde 445 personas fueron asesinadas en 2017 por su condición sexual y donde el 71% de los homicidios son por raza, según Fórum Brasileño de Seguridad Pública.