El avión es el medio más seguro para viajar, pese a los últimos accidentes

- Desmarcar - 8 de noviembre de 2018

Un avión que cubría la ruta Lima-Ayacucho iba a aterrizar el pasado 20 de agosto cuando en la torre de control se escuchó lo que podría haber sido el inicio de una tragedia: “el tren de aterrizaje no funciona, repito, no funciona”. Tuvieron suerte, sí, mucha suerte, de que mantenían una buena dosis de combustible y se dieron cuenta a tiempo.

A pesar de incidentes como este, la cifra de accidentes aéreos es la más baja de todos los medios de transporte. Además, las aerolíneas se preocupan de limitar el miedo a volar. Por ejemplo, Iberia ha impartido cursos gratuitos para que los pasajeros se sientan más seguros al coger un avión.

Continúa la historia en Lima: el avión empezó a aterrizar. El tren delantero seguía sin funcionar, pero se acaba aterrizando con el morro echando chispas, hasta que la parte de abajo de la aeronave comenzó a arder. Los bomberos apagaron el fuego, los pasajeros salieron ilesos y los informativos abrieron con alivio.

Pasan los meses, y llegamos al fatídico día. Sin embargo, no siempre hay tanta suerte. En la víspera de Halloween, un avión que seguía el camino entre Pangkal Pinang desde Yakarta desapareció del radar. Es curioso como el hecho de que un punto blanco deje de aparecer en una pantalla provoca un ataque de pánico en todos los aeropuertos.

¿Qué había pasado? Esa pregunta llegaba a todos los rincones del país. El avión se estrelló en el mar de Java. Dos días después, un grupo de buzos se sumergía para buscar las cajas negras del Boeing 737 siniestrado, de la compañía Lion Air, que provocó 189 muertes. Solo dos eran extranjeros: un piloto indio y un pasajero italiano. En el avión viajaban dos bebés y varios niños. Por suerte, las dos cajas negras se han conseguido extraer, y pronto se dará más información.

Un ingeniero de Airbus nos habla sobre las cajas negras: “hay una reglamentación que obliga a las cajas negras a guardar una serie de parámetros durante los vuelos, que son los que se recogen en las llamadas cajas negras, que, en realidad, son naranjas. Acaban negras por el fuego. Se guardan tanto los parámetros numéricos del avión, como la voz de los pilotos. Se recogen las conversaciones durante la última hora de vuelo, para esclarecer detalles. La construcción de las cajas (en inglés, ‘fly data recorders’) se hace de forma cilíndrica, en vez de como un prisma, ya que los cilindros aguantan mucho mejor los impactos”.

Después de accidentes como este, aumenta el número de personas que creen que no es seguro viajar en avión. Esto es rotundamente falso. Sin embargo, suenan mucho más, ya que aunque no son frecuentes, cuando se producen dejan numerosas víctimas

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