Después de tres temporadas, The Crown -la serie que habla del reinado de Isabell II- se centra ahora en la historia de amor de Carlos de Inglaterra y su primera mujer, Diana de Gales, interpretada por Emma Corrin. La aparición de este último personaje, junto con algunos mensajes polémicos en la trama, no ha causado indiferencia en algunas partes de la política británica, y es por ello que el Gobierno de Reino Unido se ha pronunciado y ha exigido a Netflix que indique al comienzo de cada capítulo que, aunque se base en acontecimiento históricos, se trata de ficción.
El secretario de Cultura del Gobierno británico, Oliver Dowden, ha sido quien se ha pronunciado al respecto: “Es una obra de ficción producida de forma impecable, como muchas otras producciones de televisión, pero Netflix debería dejar muy claro al principio que solo es eso”. De esta forma, pretenden que el público más joven no se confunda al ver hechos reales que no han vivido, y que crean que es la realidad.
Aunque Dowden califica la producción de Peter Morgan como “una obra de ficción bellamente producida”, explica que en los próximos días escribirá a la plataforma de streaming para solicitar de manera formal que se incluya un aviso al inicio de cada episodio. “Sin esto, me temo que una generación de espectadores que no vivió estos hechos puede confundir la ficción con la realidad”, señala el secretario de Cultura.
Never underestimate the outsider.
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— The Crown (@TheCrownNetflix) November 15, 2020
La obra muestra en paralelo dos ideas que han reabierto heridas y con las que no todo el mundo coincide. Por un lado, que Camilla Parker Bowles -actual duquesa de Cornualles- no solo fue amante de Carlos, sino que también fue su único amor, incluso en el matrimonio con Diana, y que, por tanto, esta nunca tuvo la ocasión de ser la esposa perfecta para el príncipe. Por otro lado, que Lady Di no terminaba de caer en gracia al hijo de Isabel II, al ser siempre ella el centro de atención y quien acaparaba las miradas en el matrimonio.
“Puedes etiquetarla como hechos reales, pero las partes entre medias no lo son”, explica Charles Spencer.
El mismo príncipe Carlos se encargó de expresar su opinión de la serie, al manifestar que no veía parecido con su personaje y que no se veía reflejado. La serie muestra escenas duras que pueden herir la sensibilidad, como es el caso de las partes que muestran los episodios bulímicos de la aristócrata. Es por ello que Charles Spencer, hermano de Diana, ha manifestado que hay muchos estadounidenses que han tomado The Crown como una lección de historia, y que además de ser “muy duro”, tiene “mucha invención”. Los familiares de la princesa ya expresaron públicamente que no entienden la forma en la que la serie aborda el personaje de Diana, pues ni ellos que la conocieron mejor la tratan de ese modo.
Por el momento, Netflix no se ha pronunciado en la polémica referente a si incluirá una mención al comienzo de cada capítulo dejando claro que es ficción. Sin embargo, la obra sí cuenta con avisos de sensibilidad cuando se ve en pantalla a la princesa purgándose y vomitando comida a causa de la bulimia que padecía.
Lady Di y la corona
Esta última temporada de The Crown está arrastrado a la actualidad toda la controversia que se formó con Diana en vida. La propia princesa hizo historia con la que muchos consideran “la entrevista del siglo”, en 1995, y con la que se precipitó su separación con la monarquía británica.
La aristócrata habló de muchas cosas de las que la gente no estaba acostumbrada a escuchar, y menos si sale de la boca de un miembro de la realeza, como es la crisis con su cónyuge, sus trastornos alimenticios, su depresión posparto o sus intentos de suicidio. Durante la intervención, Lady Di confesó lo que, en parte, envuelve la cuarta temporada de la serie, y lo que provocó una revolución. “Éramos tres en este matrimonio, eso es una multitud”, declaró Diana refiriéndose al triángulo amoroso que siempre sobrevoló su relación.
La princesa afirmó que le hubiera gustado ser reina, pero no se refería a la monarquía inglesa, sino a los corazones de la gente, según dijo ella misma. Cuando murió, el pueblo esperaba que se celebrara un funeral de Estado, pero la corona no se pronunció al respecto en los primeros días de luto. Sin embargo, y dado que no hay acontecimientos protocolarios por ser exmujer del príncipe, la Casa Real terminó por ofrecerle “un entierro único, para una persona única”.