Nadie sabe con certeza cuál es la fórmula secreta del éxito. Pero sí que cuando un formato funciona, las productoras tienden a explotarlo hasta que consiguen agotarlo y el programa empieza a perder audiencia. A día de hoy, raro es el español que no ha oído hablar de Operación Triunfo. Entre los adeptos al concurso y el eco que redes y medios han hecho de su última edición, OT se ha convertido en el tema principal de conversación de la mayoría de círculos sociales. Algo que no ocurría desde su primera entrega en 2001.
La historia de amor entre Chenoa y David Bisbal mantuvo en vilo a millones de españoles que disfrutaron, entonces, de la primera edición del programa. Ninguno de los dos artistas ganaron el certamen. La vencedora fue Rosa López, quien, en 2002, representaría a España en el festival de Eurovisión con el tema Europe’s living a celebration.
A pesar de no ganar OT, muchos de los debutantes del talent show más conocido de España lograron saltar a la fama por el sorprendente éxito de audiencia que el programa obtuvo. Las siguientes ediciones no cosecharon la misma fama, poco a poco perdió prestigio y la mitad de los finalistas acabaron cantando en el programa Qué tiempo tan feliz, de Telecinco, bajo el apelativo de triunfitos.
Se convirtió en líder de audiencia a partir de la Gala de Navidad y, con la última, batió todos los récords de antena con más de tres millones de espectadores.
En 2009, cuatro años después de que Mediaset comprara el formato, obtuvo sus peores índices de audiencia y, al ser incapaces de remontar, decidieron cancelar su emisión. Volvió en 2017, otra vez con Televisión Española. Sorprendentemente, el éxito recaudado por la nueva edición fue equiparable al de la primera. Se convirtió en líder de audiencia a partir de la Gala de Navidad y, con la última, batió todos los récords de antena con más de tres millones de espectadores.
Ante la pregunta de por qué esta edición sí triunfó, cuando el resto no, cada espectador tiene su respuesta. El paralelismo entre Amaia y Alfred con Chenoa y Bisbal; la nostalgia de un programa que marcó España, su movimiento en las redes o la expectación creada por el formato 24 horas, han sido algunos de los factores que han contribuido al éxito.
Otro fenómeno televisivo fue Gran Hermano, su primera edición fue, junto a la primera de Operación Triunfo, uno de los seis programas con más audiencia en historia de la televisión española, con índices de emisión cercanos a los del Mundial de Sudáfrica y la final de la Champions League en 2012. El consumo de reality shows es cada vez mayor, como también su propuesta emisiva.
«El salto a la fama de personas corrientes es, sin duda, una de las claves del éxito de OT», analiza Pedro Gómez.
Según Pedro Gómez, doctor en Comunicación Audiovisual y guionista de la conocida serie de finales de los noventa Al salir de clase, el éxito de estos programas es similar al de las series que también han triunfado en España. Los Serrano, Médico de familia o La que se avecina, tienen en común el costumbrismo de sus situaciones, aunque en el caso de la última, según el guionista, se trate de «una foto muy deformada de nosotros mismos», gracias a esta «realidad» retratada, cada español puede verse reflejado en la serie.
«El salto a la fama de personas corrientes es, sin duda, una de las claves del éxito de OT», analiza Pedro Gómez. Antes, no era habitual que un programa de cocina fuera líder de audiencia. Ahora, no es más que una excusa para vender tramas. La cocina y la música se confunden con el morbo, lo que hace subir los índices de audiencia y convierte sus programas en éxito.
El fenómeno Javis
Algo que también ha influido en los resultados de emisión de esta novena edición de Operación Triunfo han sido sus profesores. La apuesta por Javier Calvo y Javier Ambrossi (apodados los Javis), que ya eran populares entre los jóvenes, ha sido un punto a favor para el éxito del programa. Ellos mismos son un ejemplo de personas normales que alcanzan el estrellato. Con menos de 30 años, rompieron los récords del Teatro Lara con su obra La Llamada y fueron líderes en las salas con su adaptación cinematográfica. Ahora están nominados a cinco premios Goya, son los guionistas de la nueva serie de flooxer sobre la youtuber Esty Quesada, más conocida como Soy una pringada y estrenarán pronto, en Netflix, la segunda temporada de su serie Paquita Salas.