El candidato a la Presidencia de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès, no ha conseguido reunir los suficientes apoyos en la primera sesión de la investidura. Junts confirmó este jueves que se abstendría en la votación, tras un estancamiento en el diálogo. La formación de Laura Borràs quiere que la Consejería por la República sea dirigida por el prófugo de la Justicia Carles Puigdemont.
Esquerra Republicana había alcanzado un acuerdo con la CUP para tener su votos en la investidura. El pacto incluía un plan para la independencia de Cataluña, como tener un diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez hasta 2023, donde «encontrarían una solución al conflicto catalán». Después de ese tiempo, los partidos decidirían si continuaban por esa ruta o realizarían un cambio.
Junts aseguraba en un comunicado que las negociaciones que habían mantenido con ERC no garantizaban un Gobierno estable para salir de la crisis social y económica de Cataluña. Además, ERC rechazaba la propuesta de que Carles Puigdemont controlara la Consejería por la República, pero hace unos días abrió una posibilidad para agrupar a todas las fuerzas independentistas: Junts, CUP, ANC, Òmnium y su partido.
A pesar de no contar con los votos necesarios, Aragonès fue al Parlamento catalán para presentar su estrategia de Gobierno. Sus principales objetivos son afrontar con determinación las desigualdades sociales, que afirma que han aumentado desde la pandemia, impulsar la reconstrucción económica con las bases de un «modelo productivo» que den prosperidad y bienestar y resolver «el conflicto político con el Estado español». Además, ha propuesto realizar una cuestión de confianza a mitad de su legislatura para la evaluación de su gestión.
“Dejemos el diálogo de sordos, que solo contribuye al bloqueo del país. Hay que avanzar con grandes consensos y luchas compartidas”, afirmó Aragonès.
“Quiero gobernar para todos, independientemente de lo que piensen o de cómo se sientan”, afirmó el candidato a la Presidencia de Cataluña. También, señaló que quiere pensar en todos los territorios, no solo en Barcelona, con un papel importante en las infraestructuras y la comunicación. Y aseguró que votar es la solución para reclamar el referéndum o continuarán en un bucle.
Aragonès lanzó una advertencia a Junts para llegar a un acuerdo: “Dejemos el diálogo de sordos, que solo contribuye al bloqueo del país. Hay que avanzar con grandes consensos y luchas compartidas”. Agradeció, también, a la CUP por la oportunidad de comenzar un proyecto juntos y pidió a los demás grupos que se unan por «el beneficio de la ciudadanía».
El ganador de las elecciones del 14 de febrero y exministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmó que la situación de Cataluña es muy grave y preguntó al candidato cuánto más tiene que suceder para que se dé cuenta de la situación. Además, consideró su discurso republicano como decepcionante porque no aportaba nada nuevo. “Quiere repetir el fracaso. Cataluña necesita competencia, no independencia. Convivencia, no decadencia”, sentenció.
También afirmó que las propuestas que ha explicado en el Parlamento no mejoran la situación de Cataluña, así como la continua pérdida de oportunidades para abrir una nueva página en la región. Y calificó como «pérdida» a la última década, donde se han reducido los presupuestos para la educación y la sanidad.
Mientras, Junts no ha descartado el «no» en la segunda votación de investidura porque han asegurado que el diálogo se ha estancado. No obstante, siguen apostando por un Gobierno independentista, tras los resultados del 14-F: “Por primera vez, hemos logrado la mayoría parlamentaria más amplia a favor de la República. Es una responsabilidad que no podemos rehuir”.