Nicolás Maduro asumió, el 10 de enero, su tercer mandato como presidente en Venezuela desde 2013. A pesar de que los comicios fueron reconocidos como fraudulentos por gran parte de la comunidad internacional, el autoproclamado presidente continuará en el puesto que ejerce desde hace más de 10 años. La oposición continúa denunciando las irregularidades y define a Maduro como dictador y golpista. La toma de posesión se realizó en Caracas y estuvieron presentes el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y representantes de Bolivia, Nicaragua, Irán o México, entre otros. Un día antes de que se produjera la investidura, la líder de la oposición, María Corina Machado, realizó una marcha opositora.
Tras su investidura, y después de recibir la banda presidencial, Nicolás Maduro dio su primer discurso desde la Asamblea Nacional, pocos minutos después de firmar el acta correspondiente a la formalización de su tercer mandato para el período 2025-2031. “He sentido una gran emoción de recibir mi banda presidencial hecha de la mano de mujeres humildes de los barrios de Caracas. Es una banda especial, porque trae las bendiciones del pueblo. Y le digo al pueblo: aquí llevo su banda. Jamás les fallaré, jamás los traicionaré”, afirmó Maduro. También hizo referencia a las “conspiraciones”. “Que nadie se confunda con nosotros. Dije que iba a haber paz, y hay paz. Garantizaremos la paz y la soberanía nacional para siempre”, relató Maduro.
Historias reales
Son numerosas las personas que huyen de Venezuela cada día. Mariana Andreu, joven venezolana, ha contado a Mirada 21 que se fue de su país para estudiar Periodismo en España, ya que siempre había sido su sueño. «En ese momento, la situación del país ya era bastante complicada, había una crisis económica fuerte, inseguridad, y la incertidumbre de qué iba a pasar a nivel político estaba siempre presente», comenta la universitaria. Aunque la situación actual no es muy diferente a la de antes, Andreu cree que ahora hay más esperanza de que se produzca un cambio real: «La gente parece estar más decidida a luchar por una alternativa democrática, y la figura de María Corina Machado ha generado un entusiasmo que no se veía desde hace años». Andreu tiene esperanzas de que Maduro se vaya y que finalmente pueda llegar un gobierno democrático al poder: «Lo que más me emociona es imaginar un país con oportunidades reales para todos, donde podamos vivir tranquilos y construir un futuro».
«Lo que más me emociona es imaginar un país con oportunidades reales para todos, donde podamos vivir tranquilos y construir un futuro», confiesa Andreu.
Mariana Andreu comentó que María Corina Machado, en particular, representa para muchos ese cambio tan esperado, por ello piensa volver. Le encantaría vivir en su país, trabajar como periodista y formar parte de ese proceso de reconstrucción. Andreu destacó que vivir fuera de su país natal le había enseñado muchas cosas pero que nada le haría más feliz que volver a su tierra: «Para mí, volver sería una forma de aportar todo lo que he aprendido y de reencontrarme con el país que siempre he llevado en el corazón».
Situación socioeconómica
Nicolás Maduro inicia su tercer mandato como presidente de Venezuela en un contexto que está marcado por una crisis socioeconómica que persiste en el país. Durante los últimos años, Venezuela ha intentado superar una recesión sin precedentes cuyo origen se remonta a la década pasada y que continúa generando profundos impactos en la población.
El colapso económico entre 2014 y 2020 provocó una contracción de más del 80%, impulsada por la falta de inversiones y la nacionalización de empresas. La pobreza también se duplicó y afecta al 80% de los ciudadanos. Desde 2016, las sanciones impuestas por Estados Unidos restringieron la capacidad del Gobierno para reactivar la industria petrolera y, un año después, el país enfrentó una hiperinflación que alcanzó la cifra del 9.500%.
En 2020, el Gobierno de Maduro adoptó un enfoque más pragmático y se alejó parcialmente del modelo económico del chavismo e implementó reformas asociadas a la economía de mercado. Sin embargo, aunque en los últimos años se ha registrado una leve recuperación económica, esta no logra transformar los problemas de fondo. La estructura productiva del país sigue devastada.
Millones de venezolanos continúan emigrando, dejando atrás el país que los vio crecer. Hasta agosto de 2023, salieron del país 7,7 millones de personas, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, a través de la red social X. Y, hasta diciembre de 2024, lo hicieron más de 7,89 millones de venezolanos, lo que constituye el segundo mayor desplazamiento de personas a nivel mundial. La tendencia migratoria continúa y se espera que más venezolanos abandonen su país en busca de mejores condiciones de vida.
