David Thunder visitó el pasado 1 de diciembre la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) para explicar su nueva propuesta política: el republicanismo poliárquico. El investigador Ramón y Cajal de la Universidad de Navarra y autor del libro Citizenship and the Pursuit of the Worthy Life (Cambridge University Press, 2014), comenzó la ponencia en el Máster de Acción Política de la UFV explicando que, en la actualidad, los gobiernos democráticos sufren una dura crisis compuesta de dos puntos.
El primer punto, Thunder lo define como el desafecto cívico. “El sistema de gobierno no logra enganchar a los ciudadanos”, resume brevemente.Thunder explica que la política hoy “no habla” a los votantes, y en momentos de crisis, estos consideran otras alternativas ajenas a las instituciones para solucionar los problemas. El segundo lo denomina disfunción gubernamental.Thunder cree que la sociedad actual es demasiado dinámica y los estados “no siempre” se adaptan con suficiente rapidez. Esta misma disfunción gubernamental genera un desafecto cívico, lo que concluye en una deslegitimación del Gobierno.
«Yo discuto que votar cada cuatro años sea participativo», confiesa Thunder.
“Mi preocupación principal es la salud de la sociedad”, admite. Explica Thunder que, si no se cuestionan las reglas y leyes establecidas, el pueblo se deja llevar “por un rumbo que no puede ser bueno”. Frente a esta preocupación y los dos grandes problemas que tienen los estados,Thunder define dos tipos de respuestas: conservadoras, dentro de las cuales mete a los republicanos, liberales, socialistas y socialdemócratas cristianos; y las radicales, que engloban al anarquismo y al marxismo. Dentro de este último grupo es en el que considera su nueva propuesta política, el republicanismo poliárquico.
¿Qué es el republicanismo poliárquico?
La propuesta de David Thunder se puede articular alrededor de una idea: reconceptualizar la política moderna en un modo radicalmente descentralizado. El teórico explica que el problema de los gobiernos actuales es la idea soberanista del Estado moderno, es decir, la idea de que el Estado “es el único actor que ejerce el poder y la vida pública”. Esta clase de soberanía procede de la narrativa de que los ciudadanos “entregan el poder a las instituciones”. “Yo discuto que votar cada cuatro años sea participativo”, afirma Thunder.
Como solución a esta estructura, el teórico propone el republicanismo poliárquico, un sistema descentralizado basado en la tradición pluralista británica, una corriente que critica la intromisión del Estado soberano en las asociaciones ciudadanas; el republicanismo aristotélico, que defiende al ciudadano activo; la teoría de la elección pública, que sostiene que a ciudadanos y gobernantes les guían las mismas motivaciones; y el constitucionalismo social, en el que se explica que las leyes surgen de las nuevas prácticas sociales.
A partir de estas ideas políticas,Thunder ha creado un sistema en el que los actores de la vida política serían asociaciones e instituciones locales, “parecido a las ciudades-estado”, en el que el gobierno central pasaría a un segundo plano para dejar paso a una “soberanía local”. “Al estar descentralizado, la participación ciudadana será mayor”, explica Thunder quien alega que, si una sola persona representa a 46 millones, estos últimos no podrán recurrir al primero en caso de que lo necesiten. “Ahora piensen que nosotros (diez personas) elegimos unos representantes, en concreto, cuatro. Sería mucho más fácil la comunicación y podríamos, incluso, discutir sobre la vida política de nuestra microsociedad”, ejemplifica Thunder.
“Aunque una universidad sea privada, sigue teniendo un papel público”, explica David Thunder.
Además, David Thunder también propone un rediseño de los conceptos público-privado. “Aunque una universidad sea privada, sigue teniendo un papel público”, explica. También compara su sistema con la idea del derecho internacional. «Las leyes en el ámbito global, por ejemplo, frecuentemente surgen de costumbres y acuerdos entre partidos privados, son leyes que no tienen en sus países y que necesitan ser aplicadas por un estado soberano”, sentencia.