Se cumple un año de la invasión rusa a Ucrania

- MUNDO - 24 de febrero de 2023
Bucha, la ciudad masacrada por Rusia. Foto: Flickr

24 de febrero de 2023. Se cumple un año desde que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, inició una “operación especial” en Ucrania. Las tropas rusas avanzaron por el norte, este y sur con el objetivo de “desnazificar” el territorio ucraniano y proteger la zona del Donbás, cuyas pretensiones nacionalistas estaban siendo presuntamente reprimidas por el Gobierno de Kiev.

El número de víctimas civiles supera las 21.000, de las que 8.000 han perdido la vida, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). La cifra de refugiados se acerca a los ocho millones.

La invasión de Rusia a Ucrania, que numerosos expertos discrepan de si llamar guerra o no, ha desencadenado una serie de consecuencias a nivel político y económico que han afectado a todo el planeta. No habían pasado muchos días desde el comienzo de las hostilidades cuando el Ejército ruso ya había conquistado el aeropuerto de Borispol y la central nuclear de Chernóbil. En el inicio del conflicto, Putin aparecía en un vídeo que cobra todo su sentido pasados 365 días desde la invasión, donde afirmaba que la ofensiva “duraría todo el tiempo que fuera necesario”.

Refuerzos armamentísticos
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, no tardó en pedir refuerzos armamentísticos y sanitarios, que pronto llegaron desde el bloque occidental, aunque, en ocasiones, no con la suficiente inmediatez que el dirigente reclamaba. Meses después, Estados Unidos y casi todos los países de Europa apoyan la defensa ucraniana y mantienen el envío constante de armas y ayudas, aunque sin intervenir directamente para no producir una contienda de mayor escala.

Isidoro Jiménez Zamora, profesor de Historia en la UFV y experto en política internacional, afirma que “los errores estratégicos del Kremlin y el apoyo armamentístico occidental a Ucrania han hecho fracasar sus planes iniciales”, y agrega que “por el desgaste de las fuerzas rusas y por la resistencia de Ucrania, según ha ido pasando el tiempo, se ha conseguido frenar el avance ruso”.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski (c)

Jersón, Zaporiyia y Bucha
La primera reacción fue la inminente alerta surgida en Polonia, que, cercana a Ucrania, preveía ser la siguiente en ser invadida. La Unión Europea blindó al continente y amenazó con que, si las tropas rusas alcanzaban al país polaco, comenzaría una guerra mayor. Tras unos días en los que las alarmas no cesaban en su permanente retumbar en las calles de Kiev, el Kremlin dio un paso más allá y tomó el control de Jersón y de la central nuclear de Zaporiyia.

Sin embargo, con la catástrofe de Bucha el mundo conoció la magnitud del ataque. Numerosos cuerpos destrozados y mutilados fueron encontrados sobre el suelo de la ciudad ucraniana. Al mismo tiempo, Estados Unidos condenaba a Putin y lo acusaba de cometer “crímenes contra la humanidad”. Desde la Ciudad del Vaticano, el papa Francisco rogaba al líder ruso a paralizar su ofensiva, y clamaba: “En nombre de Dios, detengan esta masacre repugnante”.

Mariúpol
Después de la victoria rusa en otro centro metropolitano como Mariúpol, ciudad portuaria con proximidad al Mar de Azov, las tropas ucranianas lograron un hito que giraría las tornas del conflicto bélico. La flota de Kiev, en abril, hundió el buque insignia del Ejército ruso, el Moksva, en el Mar Negro. En mayo, la resistencia ucraniana dio señales de impotencia y se vio obligada a evacuar varias de sus ciudades, lo que coincidía con la petición de Finlandia y Suecia de entrada a la OTAN.

Las donaciones armamentísticas han sido cruciales para la defensa de Ucrania, que, en las últimas semanas, ha recibido los tanques Leopard, como novedad para hacer frente a la agresión rusa. Los lanzamisiles cedidos por Estados Unidos sirvieron, asimismo, para contrarrestar las acometidas del Kremlin. Rusia y Ucrania, por primera vez en meses, llegaron a un acuerdo, gracias a la intervención de Turquía, para desbloquear los envíos de grano a todo el mundo.

Vladimir Putin, más adelante, amenazó con sus armas nucleares, y fueron numerosos los políticos internacionales que denunciaron este mensaje y defendieron a Ucrania.

El país de Zelenski, con los meses, consiguió recuperar territorios y llegar a victorias como la de Járkov. Putin llamó a 300.000 reservistas en septiembre y, en noviembre, anunciaba su retirada de Jersón. Jiménez Zamora destaca que “la fuerza militar rusa sigue siendo superior, y Moscú aún no ha perdido la guerra”, y explica que, aunque tan solo sea una minoría la que se atreve a protestar, “muy lentamente crecen algunos focos de oposición interna en el aparato del presidente”.

Apoyos internacionales
En los últimos meses, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha reunido con Volodimir Zelenski en dos ocasiones, una de ellas fue en la Casa Blanca, lo que muestra, una vez más, que el país invadido cuenta con el apoyo de los gigantes internacionales.

El pasado 22 de febrero, Vladimir Putin celebró en Rusia el día del Defensor de la Patria y entonó en su discurso una alusión a la unidad de su pueblo: “Cuando estamos juntos, no hay nadie como nosotros. Nuestra fuerza está en la unidad”. El presidente salió del acto a gritos de “Rusia, Rusia” y repitiendo una y otra vez que su país era una verdadera familia.

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