Una explosión en la mina de carbón de Cerredo (Asturias), el pasado 31 de marzo, acabó con la vida de cinco trabajadores y revivió un dolor que el pueblo minero asturiano comenzaba a dejar atrás. Los fallecidos, jóvenes vecinos de Villablino (León), cercano a la zona del accidente, tenían entre 33 y 54 años, y su muerte produjo duelo en toda la comarca. La explosión aún tiene un origen desconocido, pero el duro impacto que ha dejado en los habitantes del Valle de Laciana es demoledor y crucial en su historia.
«Esta tragedia minera nos ha sorprendido y emocionado a toda la población», comenta un residente de Villablino, que vivió con gran tristeza todo este terrible suceso. El vecino cuenta cómo los pueblos mineros de alrededor de la zona han sufrido accidentes mortales a lo largo de los años de trabajo en las minas. Sin embargo, una desgracia de este calibre no ocurría desde el año 1979. Hay que tener en cuenta que hasta 2018 hubo un descenso de mineros, de casi 5.000 a 500, en ese año, y actualmente, siete jóvenes de los 25 trabajadores existentes faltan.
El apoyo a los familiares y amigos
Este vecino confirma el enorme respaldo que han recibido las familias y amigos de las víctimas, tanto por parte de la gente de pueblos cercanos como por las autoridades locales, provinciales y autonómicas, y también del Principado de Asturias.
La ayuda y la asistencia se ve reflejada en una ceremonia de apoyo a las familias celebrada, el martes 1 de abril, en el pabellón polideportivo de Villablino, con la presencia, para rendir homenaje, de políticos de todos los estamentos. Además, se guardó un minuto de silencio, a las 12:00 h, que fue respetado por todo el pueblo. Al día siguiente, también hubo un acto religioso en el mismo lugar, al que asistieron el obispo de León y cargos públicos.
«Esta tragedia minera nos ha sorprendido y emocionado a toda la población», comenta un vecino
Estos eventos estuvieron repletos de familiares, amigos, conocidos y habitantes. Fueron casi 8.000 personas, todas ellas con el objetivo de abrazar a las familias y mostrar sus condolencias. Ese mismo día, se cerraron los colegios, los bares y las tiendas durante el acto. También, el vecino de Villablino narra cómo el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León pusieron a disposición de las familias apoyo psicológico y otras actuaciones para ayudarles en su tristeza y colaborar de la mejor forma posible para sobrellevar el sufrimiento causado por las muertes de los mineros.
Conciencia del peligro de las minas de carbón
Este accidente ha supuesto una mayor concienciación en la gente, aunque la mayoría de los habitantes de la zona ya habían experimentado este sentimiento de pérdida de antiguos mineros del valle. «Todos sabemos lo que significa una tragedia de este tipo, pues es un trabajo que normalmente se desarrolla en condiciones muy penosas para los trabajadores», relata el vecino del Valle de Laciana. Asimismo, cuenta cómo, antiguamente, había empresas que llevaban una trayectoria en la que se intentaba que las condiciones fueran las más selectas, tanto para trabajadores como para la propia empresa, pero que, sin embargo, actualmente hay una empresa que se conoce en esa zona como chamizo, y que no era la indicada para realizar trabajos tan peligrosos.