El paro más largo de la historia del taxi en Madrid llega a su fin. Tras 16 días ha ganado el «no» en la consulta, realizada por los taxistas, que decidía si se mantenía o se retiraba la huelga, con un 53,9% de los votos a favor de volver al trabajo. La medida de presión ha resultado ser infructuosa, ya que a pesar de las protestas, el sector no ha conseguido obtener las reformas legales que reclamaban con respecto a los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC).
Los taxistas solicitaban que el Gobierno autonómico regulara las VTC y les obligara a tener un tiempo de precontratación antes de llevar a cabo sus servicios. A lo largo de los 16 días de protesta, rechazaron varias medidas que se les proponían para acordar, como la oferta inicial del presidente Ángel Garrido de realizar una reforma acelerada de la Ley de Transportes de la Comunidad de Madrid.
Garrido, quien desde el principio de la protesta ha rechazado cualquier regulación que perjudicara a los VTC, ha aguantado sin ceder para evitar una situación como la de Barcelona, en la que se prevé que haya más de 3.000 despidos. La huelga ha hecho daño a la imagen del colectivo, que ha paralizado Madrid y provocado molestias y polémica entre los ciudadanos.
Los representantes del sector del taxi han negado que la huelga haya sido un fracaso, ya que aseguran han «logrado unir a todos los profesionales y asociaciones en un solo nombre: el taxi», en palabras de Julio Sanz, presidente de la Federación Profesional del Taxi.