En este mes de febrero se cumplen 60 años de una de las mayores tragedias del mundo futbolístico: el accidente del avión que transportaba a los jugadores, cuerpo técnico y periodistas del Manchester United de vuelta a casa tras lograr clasificarse para las semifinales de la antigua Copa de Europa. Aquel acontecimiento supuso un antes y un después en la milenaria historia del fútbol y el fin de una generación de jugadores, conocidos como los Busby Babes, que mucho prometían en el futuro.
Sesenta años después de aquel febrero de 1958, los corazones de los habitantes de la ciudad de Mánchester siguen conteniendo dolor en sus interiores. Uno de ellos, en especial, no para de recordar los sucesos que acontecieron aquella noche en Múnich, se trata del campeón del mundo en 1966, sir Bobby Charlton. “Fue una pesadilla. Cambió mi vida totalmente”, explicaba el superviviente de la tragedia para la cadena inglesa BBC.
“Superarlo fue muy duro, y a día de hoy sigo recordando aquel fatídico día», explicaba Bobby Charlton.
“El mal tiempo fue el causante del terrible acontecimiento”, enunciaba Charlton. El avión paró a repostar en el aeropuerto de Riem, en la localidad alemana de Múnich, pero en el momento del despegue una de las alas no respondió, y el avión no pudo elevarse a tiempo antes de chocar contra la valla que ponía fin al aeropuerto, y posteriormente contra una casa en las proximidades. Investigaciones próximas indicaron que el siniestro fue ocasionado, en gran medida, por la nieve semiderretida que cubría la pista. El suceso finalizó en 23 muertos y 21 supervivientes, entre ellos el entrenador de aquella generación: Matt Busby.
Aquel suceso conmovió a la ciudad de Mánchester, y al fútbol en general. Cientos fueron los mensajes de apoyo al club inglés y a los familiares de los fallecidos después de la tragedia. Y a día de hoy, año tras año, se siguen recordando a aquellas 23 personas al pie del estadio que una vez fue su casa. “Superarlo fue muy duro, y a día de hoy sigo recordando aquel fatídico día”, explicaba Bobby Charlton.
Otras tragedias
Lamentablemente, la tragedia acontecida en Múnich no ha sido la única que ha azotado las páginas negras de la historia del fútbol. Muchos han sido los casos de equipos que no llegaron a su destino y dejaron tras de sí un camino de penumbras difícil de olvidar.
El 4 de mayo de 1949, el avión que transportaba a los jugadores y cuerpo técnico del Turín se estrelló contra la basílica de Superga, muy cerca de la ciudad italiana. El balance de la catástrofe fue de 31 víctimas, entre ellas 18 jugadores del club transalpino.
El 3 de abril de 1961, 24 jugadores del Club de Deportes Green Cross de Chile perdieron la vida al impactar el avión en el que viajaban contra la cordillera de Linares, a unos 300 km del sur de Santiago.
El 26 de septiembre de 1969 se produjo uno de los peores accidentes aéreos de la historia del fútbol. La aeronave que transportaba a los integrantes del The Strongest tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia debido a complicaciones en el vuelo. Aquello acabó en tragedia, con una cifra de 74 muertos, entre futbolistas, cuerpo técnico, periodistas y demás pasajeros.
28 de noviembre de 2016. Quizás el caso más recordado del momento. Tras pasar a la final de la Copa Sudamericana, el Chapeconese de Brasil sufrió un fallo en los depósitos del avión, con un resumen de 77 bajas humanas y tan solo tres supervivientes.