Navalny ha quedado en libertad sin cargos, tras haber sido detenido el pasado domingo, en plena protesta, acusado de «violación de los procedimientos relativos a la organización de un evento”, mientras circulaba por la calle Tverskaya.
Antes del comienzo de la manifestación la policía irrumpía en la sede del movimiento de Navalny. Tal y como se ve en los vídeos colgados en el canal del candidato, Navalny Live, las autoridades detuvieron a algunos de los seguidores y colaboradores que se encontraban en el edificio (en el que entraron por la fuerza). En posteriores declaraciones, la Policía rusa afirmaba que la intrusión se había debido a un aviso de bomba en el edificio (la sede moscovita del Fondo de Lucha contra la Corrupción, FLC).
Alexei Navalny, principal oponente de Vladimir Putin, fue detenido el pasado domingo en Moscú mientras pedía un boicot a las elecciones del próximo 18 de marzo. El político no ha hecho más que sumarse a una de las muchas protestas que se están organizando en la Federación Rusa frente a lo que el mismo Navalny calificaba de “pseudoelecciones”.
El rival de Putin ha aparecido como una alternativa al Gobierno del actual presidente y hoy en día es el rostro de la oposición. Navalny tuvo su primer contacto con las urnas en el 2013, cuando se presentó a los comicios locales de Moscú y su partido se convirtió en la segunda fuerza más votada (con el 27,24% de los votos).
El candidato ha provocado una gran movilización en las calles rusas al haber desarrollado su campaña en plataformas como YouTube, Twitter e incluso, con entradas en un blog de creación propia. A través de estos vídeos y mensajes, Navalny critica al partido Rusia Unida (fundado en 2001, del que surgieron presidentes como: Dmitri Medvedev o Vladímir Putin), al que califica de “corrupto”.
Casi 100 ciudades rusas se han sumado a las protestas lideradas por Navalny al grito de: “Esto no son elecciones, sino un engaño”. Todas las manifestaciones que se han ido sucediendo han concluido con centenares de participantes detenidos, incluyendo al impulsor de las marchas: Alexei Navalny. Él no abandona su campaña e incluso desde la prisión hizo eco en las redes sociales publicando en su Twitter: «Me han detenido. Pero no tiene importancia. Vayan a Tverskaya. No vayan por mí, sino por ustedes y su futuro».
Miles de personas siguen saliendo a la calle, en manifestaciones que no tienen la autorización del Gobierno, para pedir el boicot a las elecciones presidenciales que tendrán lugar el próximo 18 de marzo, a las que califican de amañadas.