Baran Galicia, alias de Samuel Prada León, falleció el 10 de febrero en la ofensiva Rama de olivo, que desarrolla Turquía en la región kurda de Afrín, en el noroeste de Siria. Su muerte en el frente ha sido confirmada en un comunicado por la principal milicia kurdosiria, las Unidades de Protección Popular (YPG). Prada León tenía 25 años, era originario de Orense y combatía en el territorio desde verano del año pasado.
Junto a él murieron otros dos combatientes extranjeros, identificados como Olivier François Jean Le Clainche, de nacionalidad francesa, y Sjoerd Heeger, de pasaporte holandés. Samuel Prada León y Olivier François participaron anteriormente en las operaciones terrestres de la coalición internacional contra el autodenominado Estado Islámico (ISIS) en las batallas de Deir Ezzor, así como en la ofensiva en Raqa, ciudad proclamada capital del califato por los yihadistas.
“Baran Galicia y Kendal Breizh (nombre de guerra del miliciano francés) se unieron a las YPG en verano de 2017 y vinieron desde miles de kilómetros de distancia para participar en la lucha contra la barbarie del Estado Islámico en Royava (Kurdistán sirio) y demostraron su compromiso con la lucha y los valores socialistas universales, hasta el último momento”, detallaba una ficha publicada en la página web oficial de las Unidades de Protección Popular.
“Los camaradas se han convertido en los símbolos del espíritu revolucionario internacional y de lucha por la democracia en Oriente Próximo”, manifiesta el comunicado de las YPG.
Samuel Prada León es el primer soldado español muerto en combate junto a las YPG. Entre los 400 extranjeros que se han sumado a las milicias kurdas en Siria y en Irak para luchar contra el ISIS, han combatido más de 25 españoles, incluidas varias mujeres que formaron parte del equipo médico. Al menos, 40 voluntarios internacionales han perdido la vida junto a los milicianos del YPG contra el ISIS. Sin embargo, Prada León es el primer combatiente extranjero en caer bajo fuego turco.
“Los camaradas se han convertido en los símbolos del espíritu revolucionario internacional y de lucha por la democracia en Oriente Próximo”, manifiesta el comunicado de las YPG. Las Unidades de Protección Popular expresaron su “respeto y gratitud a todos los mártires internacionales” y ofrecieron sus condolencias a los familiares de las víctimas y a sus seres queridos. El combatiente español murió cuando luchaba contra “el Ejército turco invasor y las bandas aliadas en el cantón de Afrin”, concluía el mismo informe sin ofrecer más detalles.
Las Unidades de Protección Popular son la principal fuerza aliada de Washington en la lucha contra el ISIS en el noroeste sirio. Para Turquía, las YPG son aliadas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una guerrilla kurda considerada como organización terrorista por el Gobierno turco. En las filas de la milicia kurda combaten alrededor de 400 extranjeros.