La deportista española Lydia Valentín se coronó, en la pasada madrugada del 4 de diciembre, como triple campeona mundial de halterofilia en la categoría de hasta 75 kg. Lo hizo tras superar la marca olímpica de 258 kilos, por delante de sus oponentes. Con este título mundial, Lydia consigue el único galardón que le quedaba en su fantástico palmarés: triple campeona europea y triple campeona olímpica.
La primera de las tres medallas la consiguió en la disciplina de arrancada, tras superar a sus rivales en el primer turno levantando 110 kilos, dos más que la segunda clasificada, la ecuatoriana Neisi Patricia Dajomes. Tras los otros dos intentos, Valentín dejó la marca en 118 kilos, diez más que su rival directa. La arrancada es la prueba más difícil en la halterofilia, requiere una gran flexibilidad en los brazos y un gran poderío en piernas y tronco. Consiste en levantar la barra del suelo a encima de la cabeza en menos de un segundo.
En plena euforia por la primera medalla cosechada, Valentín acudió a la segunda disciplina, los dos tiempos. En el primer intento tuvo una mayor competencia que la vivida en la primera prueba. En total, 130 kilos y cinco más en el segundo le dieron la segunda medalla dorada del campeonato. A pesar de haber ganado, Valentín solicitó levantar su tercer intento: 140 kilos, los cuales superó sin problemas ante una grada que festejaba el triunfo de la leonesa. Los dos tiempos consiste en levantar la barra perpendicular al cuerpo y con los pies rectos en dos fases, primero de cuclillas y posteriormente por encima de la cabeza, aguantando dos segundos en esa posición.
Con esta victoria, Valentín se proclamaba campeona en el total olímpico y con ello conseguía el triple oro, superando a las demás contrincantes.
Con esta triple victoria de Valentín, se continúa con la edad de oro del deporte español. No importa la disciplina en la que se compita, desde el motociclismo con Márquez y Lorenzo hasta el tenis con Rafa Nadal y David Ferrer, pasando por el fútbol de los equipos de La Liga frente al resto de Europa. Ni tampoco importa la procedencia que tengan estos deportistas, catalanes como los hermanos Gasol, madrileños como Contador, o leoneses como el caso de Valentín. El deporte español está en auge, un auge que parece no tener fin.