La Declaración Universal de Derechos humanos (DUDH) cumple 70 años. Este documento fue adoptado el 10 de diciembre de 1948 y aunó a una comunidad internacional que mostró una unidad no vista antes. Así, se presentó una declaración de derechos que se aplicaría a todas las personas.
El Consejo Económico y Social de Naciones Unidas creó la Comisión de Derechos Humanos y, a partir de un equipo formado por 18 representantes de estados miembros de la ONU, se les encargó la elaboración de instrumentos para la defensa de estos derechos. Una de las impulsoras que más repercusión tuvo fue la política estadounidense Eleanor Roosevelt. Al destacar la dignidad indiscutible de cada ser humano, su preámbulo recalca que son «la base de la libertad, la justicia y la paz en el mundo».
Este documento, compuesto por un preámbulo y treinta artículos, hace un recorrido desde los asuntos básicos, como es el derecho a la vida, hasta aspectos más específicos, como son los derechos a la alimentación, la educación, el trabajo, la salud y la libertad.
En 2004, se celebró un encuentro a través del diálogo de varios componentes de la sociedad civil, dando lugar a una Declaración Universal de los Derechos Humanos Emergentes. Fue organizado por el Instituto de Derechos Humanos de Cataluña, dentro del marco del Foro Universal de las Culturas.
Estos derechos son una nueva visión de la participación de la sociedad civil, que dio lugar a una voz a organizaciones y agrupaciones nacionales e internacionales que han tenido escaso peso en la formación de normas jurídicas, como son las ONG o los movimientos sociales y las ciudades. Este documento no tiene el objetivo de sustituir la vigencia a la Declaración Universal de Derechos Humanos, ni a los instrumentos internacionales de protección de estos, sino actualizar, suplementar y actuar en nuevos retos, desde un punto de vista como es la ciudadanía participativa.
Importancia de la declaración
A pesar de que no es un documento obligatorio o que sea vinculante para todos los estados, en su momento, sirvió como pilar para la creación de dos convenciones internacionales de la ONU, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Todos ellos fueron aceptados por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución del 16 de diciembre de 1966. Actualmente, sigue siendo citada por muchos profesores universitarios, abogados defensores y tribunales constitucionales. También, el texto tiene un rango constitucional en algunos países, como es el caso de la Constitución Española.
Grandes avances desde 1993
A pesar de que hay nuevos retos que son necesarios para un mayor desarrollo, se reconocen varios avances en distintos ámbitos.
Los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, así como el derecho al desarrollo, se reconocen como derechos universales, indivisibles y que se refuerzan en todos los seres humanos, sin ninguna distinción. Este pacto entró en vigor en 1976. Además, en 2009 se escogió a un relator especial en la esfera de los derechos culturales.
Otro aspecto destacado es que han pasado a ser un elemento central del diálogo mundial sobre la paz, la seguridad y el desarrollo. Las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han creado mandatos cada vez más amplios relacionados con los derechos humanos a las operaciones de mantenimiento de la paz. Actualmente, hay 15 componentes de derechos humanos en las misiones de paz de Naciones Unidas.
Los derechos de la mujer se reconocen, actualmente, como derechos humanos fundamentales y la discriminación y los actos de violencia contra la mujer están en el centro del discurso sobre los derechos humanos. Además, en 2011 se estableció un Grupo de Trabajo sobre la Discriminación contra la Mujer en la Legislación y en la Práctica.
Actualmente, hay un marco internacional que reconoce los retos que se encuentra el migrante y su familia, y garantiza sus derechos y de aquellos que están indocumentados.
Los retos continúan
Aunque los derechos humanos fueron declarados hace siete décadas, queda un camino para poder cumplir plenamente la visión de esta declaración universal sobre un mundo en el que todos sean libres e iguales. Las guerras, los prejuicios y estereotipos contra las minorías, o la ausencia de compromisos con estos derechos en algunos gobiernos son algunos de los motivos que quedan por alcanzar. Además, distintas instituciones reclaman la aplicación de estos derechos porque, en algunos casos, no se están teniendo en cuenta. Manos Unidas ha expuesto la situación de pobreza y hambre que viven millones de personas en el mundo y puntúa, en especial, el incumplimiento del derecho a la alimentación.
Sin embargo, a pesar de que el mundo ha cambiado drásticamente en 70 años y han aparecido nuevos desafíos como es el cambio climático o la inteligencia artificial, el foco en la dignidad humana sigue siendo una base referente para los conceptos de las libertades, que siguen en evolución.