La población española decrece hasta alcanzar los 46,6 millones de habitantes a 1 de enero de 2017. Según el padrón del Instituto Nacional de Estadística (INE), España ha perdido 17.982 personas.
Este descenso tiene un origen en el número de extranjeros que llega a España, una cifra que ha sido 1,5% menor que en 2016. Este dato que supera los de españoles que regresan o los que se inscriben.
En 2016, 68.723 extranjeros (entre comunitarios y no comunitarios) abandonaron el país. Esta tendencia se inició en 2012, y 2013 fue el año en el que medio millón de forasteros se fueron de España.
Del total de empadronados en España, 41,9 millones tienen la nacionalidad española (en 2016, la han adquirido aproximadamente 150.000 personas) y 4,5 millones son extranjeros, lo que supone un 9,8% del total.
La mayor procedencia de los extranjeros inscritos de la Unión Europea es de, según el número de residentes en España, Rumanía, Reino Unido e Italia. De los extracomunitarios destacan Marruecos, China y Colombia. Además, el número de ciudadanos procedentes de Venezuela han crecido en 2016 en más de 14.283 personas.
La encuesta del INE refleja que el 49% de la población española está compuesta por hombres y que el 51% son mujeres. Además, la media de edad es de 42,9 años. La pirámide demográfica demuestra el envejecimiento gradual del padrón, el 15,9% es menor de 16 años, el 37,3% tiene entre 16 y 44 años, el 28% entre 45 y 64 años y el 18,8% tiene 65 años o más.
Las comunidades autónomas que más población han perdido son Asturias, Castilla y León y Extremadura. Las que menos habitantes tienen son La Rioja, Cantabria y Navarra. Aquellas que han ganado son Baleares, Comunidad de Madrid, Cataluña y País Vasco. Además, las más pobladas son Madrid, Cataluña y Andalucía.