El presunto asesino de Marta Calvo confiesa haberla descuartizado

- Desmarcar - 10 de diciembre de 2019

El caso de la desaparición de Marta Calvo, el pasado 7 de noviembre, ha comenzado a resolverse después de que el presunto asesino de la joven de 25 años, Jorge Ignacio P.J., se entregara a la Guardia Civil el pasado miércoles y confesara haberla descuartizado y arrojado los restos en bolsas a varios contenedores de Manuel (Valencia) y alrededores.

El presunto homicida, un narcotraficante colombiano de 38 años, ha declarado que Marta Calvo falleció durante una práctica sexual con cocaína llamada «fiesta blanca» en su domicilio, y que la joven tuvo una parada cardíaca y convulsionó hasta morir esa madrugada. Jorge Ignacioha asegurado que ante la situación, se asustó y decidió deshacerse del cuerpo, aunque los investigadores pretenden asegurarse de la verdad de esta versión, que podría ser, según consideran, una estrategia para defenderse.

A Marta Calvo se le perdió el rastro el 7 de noviembre, cuando la joven quedó con el desconocido a través de una página de encuentros por Internet. Calvo envió la ubicación en la que se encontraría con Jorge a su madre (5:55h), y fue esta quien alertó a las autoridades cuando su hija no aparecía, después de acudir al domicilio del presunto asesino y preguntar dónde estaba, a lo que el detenido respondió que no sabía nada.

En un principio, los investigadores acudieron al segundo domicilio del presunto asesino, donde levantaron el suelo y examinaron tuberías y desagües para encontrar restos biológicos o sangre de la desaparecida. Las autoridades estuvieron en la casa más de 13 horas en la búsqueda de pistas que pudieran conducirles hasta Marta Calvo, a la cual se sumaron lanchas y helicópteros de Policía, aunque sin éxito. A su vez, más equipos de científica registraron su otro domicilio, situado a más de 25 kilómetros de Manuel. Pero Jorge Ignacio P.J. limpió a fondo la vivienda antes de marcharse y desaparecer.

Las autoridades pudieron conocer que el detenido tenía propiedades en Badajoz y en Italia, donde han descubierto antecedentes policiales involucrados con la droga. También se le relaciona con una prostituta, con la que Jorge Ignacio tuvo relaciones sexuales, que murió en abril de este año en un prostíbulo de Valencia por las mismas causas que Marta.

Ahora, la Guardia Civil investiga si el presunto homicida no estaba solo cuando ocurrieron los hechos, ya que sería su cumpleaños tres días después, y, como él declaró, la madrugada de aquel día estaba de fiesta. A pesar de que barajan la posibilidad de que su versión sobre el descuartizamiento sea solo para encubrirse, las autoridades continúan buscando y registrando vertederos y contenedores. Por ello, la búsqueda se efectuará en tres plantas de procesado de residuos y dos grandes vertederos.

«Lo peor para un padre es no saber dónde está su hija», asegura el padre de Marta Calvo.

Segio Calvo, el padre de la víctima, ha declarado en una carta hecha pública: «Vivimos desde hace casi un mes en una auténtica desesperación. Lo peor que puede vivir un padre es no saber dónde está su hija». Ha recordado a Marta como «esa niña dulce que se convirtió en una mujer llena de vida. Una vida truncada de forma atroz». En esa carta, Sergio Calvo pide «justicia» y «respeto» para su hija, y manifiesta su intención de querer despedirse de ella «recordando esa sonrisa suya que no se puede olvidar».

«26 días de incertidumbre, miedo, preocupación… con sus 26 noches, hasta recibir esa llamada», señala el padre de Marta refiriéndose a la llamada en la que se le comunicó la posibilidad de «una muerte violenta» y un posible descuartizamiento.

«Esa llamada que nunca hubieras querido recibir, esa llamada que te confirma tus peores sospechas. Un día que nunca esperabas vivir y que nunca vas a poder olvidar. Lo hemos padecido en familia, arropado por mi pareja, mis padres y mi hijo pequeño, el hermano de Marta», relata Sergio Calvo.