El Consejo Europeo (CE) ha elegido por segunda vez consecutiva al polaco Donald Tusk como presidente. Todos los jefes de Estado o de Gobierno de los 28 han votado a favor del que fue primer ministro de Polonia, excepto el Ejecutivo de su propio país. Según dicta el Tratado de la Unión Europea (TUE), esta es la última vez que Tusk podrá dirigir esta institución, que gobernará durante dos años y medio.
El Gobierno de Polonia, encabezado por Beata Szydło, del partido ultraconservador Ley y Justicia, pretendía evitar la investidura de Tusk como jefe del Consejo Europeo. La primera ministra polaca le acusa de no ser imparcial y de entrometerse en los asuntos nacionales de su país. De hecho, la dirigente procuró que la votación se retrasara de esta cumbre a la próxima. Además, propuso un candidato alternativo (el eurodiputado Jacek Saryusz-Wolski), pero sus intentos de boicotear al ex primer ministro no han tenido resultados.
El resto de dirigentes europeos, que se han reunido en el edificio Europa de Bruselas, han elogiado a Tusk antes de la votación. Uno de ellos ha sido el presidente español, Mariano Rajoy, quien ha afirmado que, en su opinión, “ha hecho un buen trabajo y que Europa necesita estabilidad, no estar con cambios que no conducen a ninguna parte». La mandataria lituana, Dalia Grybauskaitè, también ha defendido la candidatura del polaco: «No queremos ser rehenes de la política interna polaca. Esto parece Juego de Tronos«. Asimismo, el miembro del Consejo Europeo y presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha asegurado que no entiende la postura del Ejecutivo Polaco.
A pesar de la tendencia de los organismos europeos a buscar un equilibrio entre fuerzas políticas, los dirigentes de las tres instituciones más importantes de la Unión Europea son del Partido Popular Europeo (PPE): el luxemburgués Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea desde 2014; Donald Tusk, del CE; y el italiano Antonio Tajani, del Parlamento Europeo desde enero de 2017.
Tusk, tras superar la mayoría cualificada para mantener su puesto, continuará cumpliendo con su cometido hasta 2019. Según el artículo 15 del TUE, aparte de mantener unido al Consejo Europeo y asegurar la continuidad de sus trabajos, el dirigente del CE es el máximo representante de la UE en el exterior, tanto en las cumbres internacionales como en los asuntos relacionados con la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC).