En el fútbol, como en el resto de deportes, también existen los milagros, y estos aparecen en forma de auténticas remontadas que nadie, en un principio, llegaría a creer. Un partido no acaba hasta que el colegiado pita el final y, en ese tiempo, un equipo puede hacer creer al mundo futbolístico que el sueño es posible.
En la historia de este deporte se han vivido momentos en los que el partido o la eliminatoria parecían perdidos o encaminados al desastre, pero un cúmulo de circunstancias hacía posible que la gesta se consiguiese. Son las más famosas e inimaginables remontadas de la historia del fútbol.
Barcelona-PSG: Es la remontada más reciente. El equipo francés París Saint Germain (PSG) le había endosado un 4-0 en París al conjunto culé, lo que dejaba una eliminatoria muy encarrilada a favor de los parisinos. Los de Luis Enrique debían ganar como mínimo 4-0 en el Camp Nou para forzar la prórroga. El partido de vuelta en España comenzaba de la mejor manera, al ir al descanso ganando 2-0, pero la gesta iba a ser en la segunda parte. Un gol de Cavani dejaba el marcador 3-1 y acababa con todas las ilusiones de los locales, ya que debían meter tres goles más. Pero el fútbol también consiste en creer, y eso hizo el Barça. A falta de cinco minutos para que acabase el encuentro, los azulgranas pasaron del 3-1 al 6-1, en un partido que pasará a la historia.
España-Malta: Después de la final del Mundial contra Holanda, puede que sea el partido de la selección española que más se recuerde en la historia. El conjunto nacional debía ganar por 11 goles o más a Malta si quería disputar la Eurocopa de 1984 en Francia, algo impensable pero no imposible. El partido no pudo empezar peor, Señor falló un penalti y, en el minuto 24, Malta puso el 1-1 en el marcador, por lo que eran necesarios 12 goles para la gesta. España acabó la primera parte imponiendose 3-1 a los malteses, pero fue en la segunda parte donde la proeza se efectuó. Un aluvión de goles llegaron por parte de la selección española, en 10 minutos se marcaron seis goles y, al final en el minuto 84, Señor puso el 12-1 definitivo en una noche que jamás se olvidará.
Manchester United-Bayern Múnich: En la última final de la Champions del siglo XX, el conjunto inglés y germano se veían las caras en el Camp Nou en una final que no se olvidará. Los bávaros comenzaban anotando, y ese resultado no se movería hasta casi el final del partido. Se llegaba al descuento y el United buscaba el empate a toda costa, hecho que se produjo en el minuto 91 al transformar un córner bien botado por Beckham. Pero eso no acabaría ahí, aprovechando el shock del Bayern, Beckham volvió a sacar un córner igual de perfecto que el anterior, y sería esta vez Solskjær el que mandó el balón a la red. En solo tres minutos, el conjunto de Ferguson le dio la vuelta al marcador y consiguió el ansiado trofeo.
AC Milan-Liverpool: En la final de la Champions de 2005, un pobre Liverpool perdía 3-0 al finalizar la primera parte. Pero, la segunda parte iba a ser diferente. En menos de 15 minutos, los ingleses igualaron el partido, forzando la prórroga y Dudek, el portero del conjunto dirigido por Rafa Benítez, fue el héroe en la tanda de penaltis y le dio al Liverpool una Champions casi perdida.
Deportivo de la Coruña-AC Milan: En 2004, el milagro lo haría el conocido Super Dépor. El 4-1 en la ida de los milaneses, los entonces vigentes campeones europeos y temidos en toda Europa, hacía obrar una hazaña en Riazor a los deportivistas. Los gallegos salieron a por todas, necesitaban un 3-0 para conseguir el pase a semifinales, y al acabar la primera parte ya lo habían conseguido. Fue entonces cuando el Milan intentó a toda costa marcar un gol que sentenciara el choque, pero fue el equipo local el que en los últimos 10 minutos consiguió el definitivo 4-0 en una noche que no se olvidará en La Coruña.