Esther Morencos, preparadora física de la selección española de hockey sobre hierba y profesora de CAFYD de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), concedió una entrevista a Mirada21.es para contar cómo se vivió desde dentro el Mundial de Londres, en el que España logró el bronce (primera medalla desde la plata en el Campeonato de Europa celebrado en Barcelona en 2003), y para hablar del papel que tiene la tecnología en el deporte en la actualidad.
¿Ha costado mucho la medalla de bronce?
Mucho, mucho. Cuando juegas un Mundial te das cuenta de que las suposiciones sobre el papel son bastantes relativas. Desde el primer día ya se sucedieron hechos que nadie esperaba. Italia ganó a China, Irlanda a Estados Unidos… Te das cuenta de que nada va a ser fácil. El primer partido fue una sensación bastante frustrante, perdimos por un resultado muy abultado para lo que ocurrió. La victoria frente Sudáfrica fue muy importante para el equipo. La derrota contra Alemania fue un punto de inflexión que cambió la actitud de las chicas para el resto del Mundial. Sabíamos que era un rival al que se le puede jugar de tú a tú y fue un partido que se nos fue en apenas 10 minutos.
Se demostró en cuartos de final, cuando el equipo se enfrentó otra vez a Alemania y las venció…
Así es, de la derrota nació la victoria. Las chicas tenían muy claro cómo había que jugar a Alemania, y había mucha más confianza en su trabajo. Tenían claro que si cometían los mismos fallos que en fase de grupos no nos haríamos con el partido.
«Una de las experiencias de mayor dolor que he visto en las caras de las chicas«, asegura Morencos de la derrota frente a Irlanda.
Quedar terceras de grupo y tener que jugar un partido más… ¿Afecta físicamente al equipo en el resto del Mundial?
Es la pregunta que se hacía todo el mundo, pero en un mundial, y más en esas fases, los motivos por los que pasas o dejas de pasar de ronda, son muy pequeños. Desde luego, a nosotras no nos afectó. En el hockey, las jugadoras están preparadas para jugar una gran serie de partidos consecutivos. El nivel de entrenamientos que tenemos durante el año y cuando estamos en concentración es muy elevado porque ellas necesitan estar adaptadas a una gran carga física.
Tras la derrota frente a Irlanda en semifinales, ¿cómo se encuentran las jugadoras?
La primera reacción es durísima. Una de las experiencias de mayor dolor que he visto en sus caras. Es un momento muy duro. Por las expectativas, por cómo pierdes… El seleccionador antes de marcharnos del campo les dijo a las chicas que hay un tiempo para llorar y lamentarse, pero que ese tiempo tenía que ser lo más corto posible… Y así fue, al día siguiente las chicas ya estaban motivadas para conseguir el bronce.
Acabasteis ganando el bronce, la primera medalla desde 2003. ¿Sois conscientes de este logro?
No sabría decirte. En ese momento todo va tan rápido… La organización te coge y te lleva para un lado, a la vez cogen a una jugadora para la rueda de prensa, tienes que recoger las cosas… No sabes qué está pasando, y eso que el grado de felicidad es máximo. Por un lado, éramos conscientes, ya que se notaba la repercusión de los hechos. Recibimos muchos mensajes, éramos conscientes de que estábamos en la televisión. Pero luego, siendo las fechas que son, en las que todos tenemos ganas de desconectar, todo se acaba difuminando un poco más. Quizá con el tiempo seamos más conscientes, porque estar ahí arriba es muy difícil.
Hablando de la cobertura de la televisión, si los chicos hacen un buen Mundial en India… ¿Podría tener el hockey más seguimiento?
Por mi dedicación profesional, puedo decir que en este país en ese aspecto está todo muy descompensado… El hockey no va a llegar al nivel de otros deportes en poco tiempo… Y probablemente tampoco lo haga en unas décadas. Pero por suerte está habiendo muchos avances que podrían equilibrar la balanza y tenemos que estar agradecidos. Detrás de «salir en la tele» hay mucho esfuerzo, muchas competiciones, a veces hasta diplomas olímpicos… Y aun así, no te dan cobertura. Necesitas hacer algo muy grande para recibir atención.
¿Es más complejo preparar a las jugadoras para un mundial que para una liga?
Sí, a nivel internacional tienen un requerimiento físico superior que a nivel nacional. La carga de trabajo es mayor al igual que en los partidos. En liga en cambio, el ritmo depende mucho de los rivales y del momento. Aún así para preparar físicamente a las jugadoras hay que coordinarse bien con el club para que tanto la selección como sus respectivos equipos salgan ganando.
¿Cómo de exigente es la preparación física del hockey, comparado con otros deportes?
Cada deporte tiene su exigencia y es específica a su disciplina deportiva. El hockey sí se ha vuelto cada vez más exigente, el nivel ha subido y se han hecho modificaciones en el reglamento que le han dado más fluidez al juego, pero la verdadera exigencia se encuentra en el hecho de que se entrena muy seguido y se juega muy seguido.
«Tengo la suerte de dedicarme a las dos cosas que más me apasionan».
¿Cómo se ha insertado la tecnología en la preparación física?
Se ha insertado casi que demasiado rápido. Ha llegado al deporte arrasando, ya no hay casi nada que no se pueda medir. El big data ha llegado para quedarse y hay que estar actualizado para sacarle partido.
¿Puede un atleta prescindir de un entrenador personal y entrenarse a través de una aplicación móvil?
No, no somos robots. Las personas son multifactoriales en todas las facetas. Las aplicaciones ayudan y son un recurso, pero no te dicen si tienes una lesión, si un ejercicio lo haces mal, si has dormido mal… Hay tantos factores que, si realmente quieres entrenar bien, vas a necesitar al profesional que sepa cambiar alguna cosita del entrenamiento, ya sea la carga o el ejercicio para favorecer tu desarrollo.
¿Cómo afrontas este nuevo curso?
Tengo la suerte de dedicarme a las dos cosas que más me apasionan, el deporte y la educación. Poder compaginarlas y que estén interrelacionadas es un privilegio. Por tanto, cojo otro curso con mucha ilusión. Toca coger rutina de nuevos retos y proyectos, y apetece.