La desnutrición y la falta de recursos, sobre todo en materia de sanidad y alimentos, están provocando una de las mayores crisis en la historia de Papúa. Según un reportaje de la BBC, al menos 72 personas, en su mayoría menores de edad, han fallecido a causa de la debilidad por no comer y el sarampión, en una ciudad que, sorprendentemente, se encuentra a una hora de la mayor mina de oro del mundo, ubicada en Timika.
Reporteros de la BBC denuncian que “la crisis ha puesto en el foco de atención a una región cerrada a los periodistas por décadas y ha puesto de manifiesto fallos serios en el sistema de gobierno”. Y es que no solamente mueren de hambre, sino que la disponibilidad de recursos sanitarios es escasa y el acceso a ellos casi imposible.
“La crisis que estamos viendo ahora ha pasado antes varias veces, pero nunca había sido tan mala como ahora”, afirma el investigador sanitario Willen Bobi.
Los pocos hospitales de la zona están a rebosar de adultos y sobre todo de niños en estado de desnutrición. Ofnea Yohanna, joven de 20 años y madre de seis niños, explica a la BBC: “Comemos cuando hay comida, cuando no hay, no comemos”. Esto ocurre en una región que, según Carl Hoffman, era en 2014 “un lugar perfecto” y que además es la zona en la que se encuentra la mayor mina de oro del mundo.
Cambios económicos y culturales
La mina de oro de Timika está en manos de una compañía estadounidense, no del Gobierno de Indonesia, algo que afecta negativamente a la economía del país y la región. A esto se suma que ha habido grandes cambios culturales en las tribus locales, que antes se alimentaban de sagú, raíces extraídas de palmeras y de la pesca, y ahora lo hacen de alimentos procesados porque muchas palmeras han sido taladas y es difícil obtener el sagú. Willem Bobi, investigador sanitario, dice en el reportaje: “la gente compra cada vez más comida importada, y como en algunos sitios los árboles han sido talados, tienen que ir más lejos a conseguir el sagú”.
Además, añade Bobi: “La crisis que estamos viendo ahora ha pasado antes varias veces, pero nunca había sido tan mala como ahora. Está pasando porque las autoridades sanitarias no han hecho suficiente frente a esto”. El Gobierno ha prometido hacer una mayor inversión en recursos sanitarios para paliar esta crisis, ya que la propuesta del presidente indonesio, Joko Widodo, de trasladar a la gente de la zona más cerca de los recursos médicos ha sido rechazada por los líderes de las tribus por cuestiones culturales.