Corresponsales de guerra analizan la invasión en Ucrania

Cuatro periodistas que han cubierto la invasión rusa en Ucrania participaron en la jornada Ucrania en directo: un año después, que se celebró, el 23 de febrero, en la Universidad Francisco de Vitoria. Esta actividad se desarrolló coincidiendo con el primer aniversario del inicio de la guerra (24 de febrero de 2022) y contó con la participación de Óscar Mijallo, de TVE; Fernando de Haro, de la cadena COPE; Laura de Chiclana, de Mediaset; y Alberto Sicilia, de laSexta. Estos dos últimos tuvieron que intervenir en diferido, debido a que la situación no les permitía conectarse en directo desde Ucrania. El objetivo de este encuentro en la UFV era poner en valor la función esencial de los corresponsales y recordar que solo un periodismo que apueste por tener profesionales en el terreno puede alcanzar la máxima calidad de la información.

Informar dentro de la barbarie
Desde el primer minuto, el trabajo de los corresponsales y enviados especiales en Ucrania ha sido esencial para comprender qué es lo que sucedía. Oscar Mijallo contó cómo la labor del corresponsal tiene un alto coste emocional. Habló de cómo ha visto a otros compañeros a los que les ha derrumbado ver cómo moría gente con la que habían establecido vínculos personales.

De hecho, si en algo hay consenso entre los periodistas de guerra es en lo esencial que son los colaboradores locales para el trabajo a realizar. Conductores, guías, voluntarios o civiles locales se convierten en clave para garantizar la seguridad del profesional en un entorno hostil. Es precisamente con esa gente con la que Mijallo prefiere no traspasar la barrera de lo profesional. «Trato de mantener cierta distancia» aclaró al referirse a que sería insoportable no llevarlo de esa forma, debido a que, en cualquier momento, cualquiera de esas personas puede perder la vida.

Sin embargo, estas prevenciones no impiden que las historias que se han transmitido desde el campo de batalla de Ucrania hayan contado con un constante componente humano.

«La guerra hay que humanizarla, los muertos no son números»

Alberto Sicilia, periodista de La Sexta en Kiev, recalcó cómo ha sido prioridad para él contar aquello que se escondía detrás de los datos: la experiencia de niños que ven interrumpidas sus infancias, las mujeres separadas de sus maridos ante la desesperación provocada por no saber si volverán a verlos o simplemente el miedo reflejado en las vivencias de los ucranianos que vieron descolocarse sus vidas desde la caída de la primera bomba. De hecho, Sicilia, quien lleva años en Ucrania, llega a considerar más importantes los relatos de carácter humano por encima de los datos y las noticias sobre avances estratégicos de los bandos.

Alberto Sicilia, reportero de La Sexta, desde Kiev. Foto: Rafael Yuste Muñoz

Fernando de Haro, de la cadena COPE y reportero de conflictos, afirmó que la esencia del corresponsal radica en contar con periodistas que puedan transmitir lo que está pasando en cada momento. Aclaró que garantizan mayor independencia para el medio y libertad para poder informar sobre lo que nadie más haya hecho antes. Para él, el factor humano también es decisivo al apostar por las corresponsalías: «Contar que huele a muerto es muy importante porque significa que alguien como tu padre o tu madre está bajo los escombros». Los detalles que solo se pueden conseguir estando en el terreno son, para él, lo que marca la diferencia y dotan de trascendencia a la información.

A mayor precariedad, mayor riesgo
Según un informe de Reporteros Sin Fronteras, durante el último año, 12.000 periodistas acreditados (tanto locales como extranjeros) han trabajado en la invasión rusa en suelo ucraniano. Sin embargo, existe un consenso para afirmar que no todos trabajan en las mismas condiciones. Durante el último año, equipos de grandes medios como la BBC o Al-Jazeera han contado con seguridad privada, coches blindados y todo tipo de recursos para garantizar la seguridad de sus trabajadores. Sin embargo, según contaron los participantes en el evento de la UFV, estos casos son una excepción.

El informe de Reporteros Sin Fronteras deja ver que casi la mitad de los reporteros sobre el terreno (48,7%) son freelance. Gabriel Sánchez, profesor de Periodismo Internacional en la UFV, destacó que el problema no es tanto el no pertenecer a ningún medio, sino las precarias condiciones que esto implica en la actualidad. La mitad de los profesionales que han trabajado en Ucrania en el último año no alcanzan los 2.000 euros de sueldo, el único ingreso con el que cuentan para hacer frente a todos sus gastos.

Laura de Chiclana, de Mediaset. Foto: Rafael Yuste Muñoz.

Laura de Chiclana, periodista freelance para Telecinco y Cuatro, participó de forma telemática y explicó cómo ella y su cámara han tenido que buscarse la vida. En ocasiones contaban con la ayuda de voluntarios y militares. La cantidad de medios de los que disponga un profesional determina, directamente, la seguridad. Por ejemplo, un buen casco y un chaleco pueden superar los 1.200 euros.

Contar la verdad para defender la democracia
Al finalizar el acto, Óscar Mijallo respondió a preguntas de Mirada 21. En referencia a si el corresponsal tiene una labor de servicio público, declaró: «Yo creo que sí, hay un artículo que está recogido en nuestra constitución que es el derecho a la información». Además, añadió que «llega un momento en el que la guerra sale de la televisión y se te planta en casa cuando te sube el precio de los alimentos».

Mijallo también se refirió a una necesidad como sociedad: «En la Segunda Guerra Mundial no se paró a un dictador, hubo millones de muertos, y no estamos en un escenario muy diferente».

Además, Óscar Mijallo respondió a los que acusan a Occidente de hacer periodismo parcial y recordó que miles de periodistas han podido trabajar en Ucrania, pero no en Rusia: «La libertad de acción de los periodistas que hay en un bando (Ucrania) no es la misma que la de quienes hay en otro (Rusia)»

«La libertad de acción de los periodistas que hay en un bando (Ucrania) no es la misma que la de quienes hay en otro (Rusia)», afirmó Óscar Mijallo

Asimismo, Mijallo recordó que la corresponsal de TVE en Moscú tuvo que abandonar el país al poco de comenzar la invasión por orden del Gobierno ruso, que penaba con 15 años de cárcel a todo aquel que hablara de guerra.

Aun así, no ignora que la Unión Europea mantiene prohibido el acceso a varios medios de comunicación rusos, pero remarca que, en los países de la Unión, no existe ninguna ley que encarcele a periodistas por contar la verdad.

Es precisamente eso, transmitir la verdad de lo que sucede, lo que hace valiosa la labor del corresponsal, frente a un periodismo a distancia que se aleja de lo humano y rebaja la calidad de la información. Tras un año de invasión, la verdad debe imponerse para defender la democracia frente al autoritarismo. Ese es uno de los mensajes con los que se han quedado los alumnos de la UFV que asistieron al encuentro.

Otra de las ideas en la que insistieron los cuatro participantes es que la verdad y la información más humana van ligadas a un periodismo en el terreno que, a su vez, necesita de recursos que permitan mantener la calidad de la información, del servicio público.