España no levanta la cabeza. Por tercer año consecutivo, más personas han perdido la vida que las que nacieron en el primer semestre de 2017. Según publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y junio de este año han muerto 219.835 españoles y tan solo han nacido 187.703 bebés. Es decir, un decrecimiento vegetativo de 32.132 personas, sin tener en cuenta migraciones.
“Esto se debe a un proceso a largo plazo”, explica a Mirada 21 Diego Ramiro, demógrafo del Departamento de Población del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD). “Ha habido un gran descenso de la fecundidad desde los años 70. El número de hijos ha caído gravemente, desde 2,5 bebés por mujer, hasta el 1,3 de media de la actualidad”, indica Ramiro.
Un número de nacimientos que enciende todas las alarmas, ya que, desde 1999, no nacían tan pocos bebés en España. Tan solo tres comunidades autónomas han tenido un crecimiento positivo de la población: Madrid (5.163), Murcia (1.327) y Baleares (301).
Según Ramiro, «no se prevé» una mejora de la situación.
El demógrafo explica que, al mismo tiempo, hay un “proceso de envejecimiento de la población”, lo que provoca que haya un mayor número de defunciones. “La solución es sencilla: promover la fecundidad y aumentar el número de migraciones al país”, resume Ramiro. “Hay que incrementar el número de jóvenes para que crezca la base de la pirámide de población”.
Sin final feliz
Ramiro no es optimista respecto a esta situación. “No se prevé que en los próximos años vaya a cambiar la situación, la esperanza de vida aumenta y cada vez la población será más envejecida”, afirma.
Sin embargo, los datos suelen mejorar en los últimos meses del año. Aun así, en los últimos dos años tampoco crecía la población: 28 personas menos y 2.278 menos entre julio y diciembre de 2015 y 2016, respectivamente.
“Hay que tener en cuenta que las madres actuales tienen entre 25 y 45 años, es decir, que han nacido en el declive de la fecundidad. O sea, que el número de mujeres que pueden tener bebés es menor que hace 50 años”, explica Ramiro sobre la situación. Además, recalca que sería necesario que estas madres “tuvieran muchísimos hijos” para balancear la situación.
El número de matrimonios también se ha reducido en un 6,2%.
“Uno de los aspectos que más ha afectado es la crisis económica, independientemente del nivel educativo”, declara Ramiro, quien piensa que si las familias no tienen “certidumbre” acerca de su puesto de trabajo “pierden las ganas” de tener hijos.
Menos bebés y menos matrimonios
El INE del primer semestre de 2017 también indica un descenso del 6,2% de los matrimonios respecto al mismo periodo de 2016. Tan solo se han casado 68.769 parejas, entre las que se incluyen los casamientos entre personas del mismo sexo (1.966). Solo en el País Vasco ha habido un incremento, del 3,9%, de parejas casadas, en comparación con 2016. Al igual que en cuestiones demográficas, el número de matrimonios aumenta en los últimos meses del año, aunque las previsiones no son favorables para que el incremento sea significativo.