La empresa multinacional norteamericana Amazon ha conseguido dos patentes para pulseras supersónicas que, según GeekWire, permitirán a la compañía controlar todos los movimientos de sus empleados y la localización de los productos. Esta noticia ha generado una gran insatisfacción entre los trabajadores de la entidad, que declaran que sienten como «robots». Amazon ha emitido un comunicado ante el revuelo que se ha formado en el que asegura que las pulseras facilitan el trabajo al empleado.
«La especulación está equivocada. Todos los días, los empleados de compañías de todo el mundo usan escáneres para comprobar el inventario y cumplir los envíos. Si se implementa esta idea en el futuro, se mejoraría el proceso para nuestros trabajadores. Al usar las pulseras en los trabajadores, liberaríamos sus manos de los escáneres y sus ojos de las pantallas».
Según GeekWire, las pulseras podrían ser ultrasónicas o bien funcionar por transmisiones de radio. La función de la patente es controlar dónde están las manos del trabajador en todo momento, para así corregir sus posibles fallos y aumentar la eficacia de los empleados. Los críticos dicen que este sistema no respeta la privacidad de los trabajadores y que convierte a las personas en robots. Un exempleado de Amazon ha declarado a The New York Times que tras un año trabajando con la entidad «se ha convertido en una versión de los robots con los que trabajaba».
Italia ha sido el primer país que se ha opuesto a la pulsera ultrasónica de Amazon. El ministro de Desarrollo Económico italiano, Carlo Calenda, ha declarado que «las únicas pulseras que se hacen en Italia son las de las joyerías».
Al borde la legalidad en España
En España no existe una normativa clara que determine si este sistema de control es legal o no. El abogado Pablo Fernández Burgueño aseguró al medio ‘El Confidencial’ que si los empleados conocen estos métodos de control, «no hay polémica». Si el trabajador acepta las condiciones de la empresa o, conociendo el uso exclusivo que tienen, las utiliza, estará aceptando las condiciones.
Los críticos piensan que estas pulseras solo favorecen a que la relación entre empleado y gerente empeore.