Un grupo de 34 alumnos de la Facultad de Comunicación de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) visitó el campo de exterminio nazi ubicado en Oświęcim, a 43 km al oeste de la ciudad de Cracovia, el pasado 23 de noviembre como parte de un viaje académico a Polonia.
La visita guiada al que es considerado el mayor campo de exterminio nazi comprende Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau, dos de los 47 campos que forman este complejo.
En estos “campos de trabajo”, construidos en 1940 y designados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, estuvieron encerradas aproximadamente 1.300.000 personas, y murieron cerca de 1.100.000. Durante el recorrido, se puede circular por los barracones reconstruidos, las grandes explanadas con sus alambradas, las cámaras de gas y todos los restos de estos campos de concentración. Almudena Gómez-Plata, estudiante de 3º de Periodismo, afirma: “aquello parece un pequeño pueblo, el pequeño pueblo del horror, del sufrimiento y de la muerte. Hay edificios destinados a la supervivencia de los presos y otros a la experimentación con ellos”.
Conocer el campo de concentración, su funcionamiento y las instalaciones permitió que los estudiantes se acercaran a la realidad de lo vivido en estos lugares y comprendieran un poco más la idiosincrasia polaca a partir de ver más de cerca las duras vivencias de este pueblo de Europa del Este, ya que en la actualidad “casi todos los polacos han tenido al menos un miembro de su familia en los campos”, como informó la guía que acompañó durante el recorrido.
Impresiones del recorrido por el campo de exterminio
Durante la visita a Auschwitz I, se pueden percibir las condiciones inhumanas en las que los presos, en su mayoría judíos y gitanos, vivían. Aproximadamente 250 kilos de pelo de los encarcelados, millones de zapatos, maletas, celdas y camas pertenecientes a estas personas, son solo algunas de las cosas que se pueden observar en el transcurso del recorrido. Gómez-Plata afirma: “yo solo podía ver personas unas encima de otras, cada par de zapatos pertenecía a un ser humano diferente, y había una cantidad sobrecogedora. A pesar de que nosotros solo nos enfrentamos a un 4% de lo que fue en realidad”.
Este campo de concentración cuenta con una cámara de gas, la primera en construirse, y que a pesar de que muchas otras instalaciones fueron destruidas por los nazis al ante el avance comunista, se mantuvo en pie. Los alumnos pudieron acceder a ella, algo que conmocionó a más de uno.
Auschwitz II-Birkenau es una ampliación del campo anterior, puesto que llegó un momento en el que ya no había espacio suficiente por la gran cantidad de presos. Los futuros periodistas tuvieron la posibilidad de hacer el recorrido de las vías del tren, en las que diariamente durante el dominio nazi de Polonia, llegaban miles de personas hacinadas en vagones de tren, a muchas les esperaba la muerte.