La Junta de Andalucía y el Gobierno central se han puesto de acuerdo para evitar que se siga deteriorando el Parque Nacional de Doñana. El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha calificado como «histórico» este compromiso.
Para conseguir solucionar el problema, darán hasta tres opciones a los agricultores de las zonas afectadas. En primer lugar, los agricultores podrán reforestar sus hectáreas, de esta manera dejarán de emplearlas para el cultivo. De escoger esta primera opción, los terratenientes recibirán 100.000 euros por hectárea reforestada en un plazo de 10 años. En segundo lugar, los dueños de las tierras podrán cambiar su labranza, y pasar a la cosecha de secano. Por último, se les permitirá mantener la misma siembra, pero deberán emplear fórmulas ecológicas. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, lo llama “agricultura ecológica”. En el segundo y tercer caso, recibirán una cuantía inferior durante cinco años. Sea cual sea la opción que tomen cada uno de los terratenientes, estarán comprometidos a una permanencia de 30 años.
Entre Gobierno, Junta y 251 millones de la Unión Europea, el acuerdo por Doñana tendrá una inversión de 1.400 millones de euros, tanto para pagar a los terratenientes como para invertir en industria, agricultura, y energía renovable. Son “32 millones para mejorar las condiciones de vida y habitabilidad de los temporeros”, señaló Moreno como “un tema muy importante”. Ribera y Moreno destacaron la necesidad de salvar Doñana, pero también la de no perjudicar a las familias. Moreno afirma también que esta reforma «aumenta el prestigio de Doñana no solo en España sino también fuera de ella».
“Este acuerdo es aún mejor, porque no solo da certezas a las familias, sino que también ofrece soluciones a un área de influencia de tres provincias”, afirmó Juanma Moreno.
Respecto a los multados por usar regadíos ilegales, la ministra de Transición Ecológica fue tajante: “La legalidad del agua no está en duda”. Quienes se beneficiarían de la regulación de los regadíos que promovía el PP andaluz, también se verán beneficiados por las ayudas que proponen Ribera y Moreno, pero no “habrá amnistía” para ellos, señaló la vicepresidenta tercera. De igual forma, Moreno anunció que dejarán de impulsar la proposición de ley de regadíos que daba solución “por los agricultores”, puesto que según el presidente, “este acuerdo es aún mejor, porque no solo da certezas a las familias, sino que también ofrece soluciones a un área de influencia de tres provincias”.
La situación preocupa a la comunidad científica
María Carmen Díaz Paniagua, investigadora del Departamento de Ecología y Evolución de la Estación Biológica de Doñana, afirma que en Doñana “hay un importante sistema de lagunas temporales” que “contiene una extraordinaria riqueza tanto de animales como de plantas acuáticas”. Estas lagunas temporales, dice Díaz Paniagua, se han visto muy afectadas en su nivel de agua, pues entre que se ha extraído “agua de los acuíferos, tanto para cultivos como para urbanizaciones”, y la falta de precipitaciones de los últimos años han llegado a secar algunas lagunas, y han “reducido la extensión y el periodo de inundación” de las lagunas que aún se inundan.
Según Díaz Paniagua, “la solución principal consiste en controlar, y actualmente reducir, la cantidad de extracciones de aguas subterráneas”.
Según Díaz Paniagua, “la solución principal consiste en controlar, y actualmente reducir, la cantidad de extracciones de aguas subterráneas”. “Si no conseguimos inundar las lagunas y la marisma de Doñana, se pierde su biodiversidad y probablemente también el interés de este parque”, alerta la investigadora de la Estación Biológica de Doñana, pues recuerda que lo más importante de Doñana son “sus humedales”.