El Gobierno de Estados Unidos y su homólogo en el Reino Unido han prohibido embarcar dispositivos electrónicos de mayor tamaño que un móvil. Esta medida incluye tabletas, cámaras fotográficas y ordenadores portátiles, entre otros, que deberán introducirse en las maletas facturadas, no en el equipaje de mano en la cabina del avión.
Sin embargo, esta medida solo se aplicará a los vuelos procedentes de Oriente Próximo y Magreb, principalmente, como parte del plan de seguridad que quiere llevar a cabo el presidente estadounidense, Donald Trump, para evitar «posibles ataques terroristas».
Según Eric Swalwell, miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara estadounidense, el Gobierno tiene conocimiento de que «los grupos terroristas» intentan «derribar un avión con destino a Estados Unidos». Además, Swalwell ha añadido: «Por lo tanto, nuestro objetivo es evitar que eso suceda».
EE.UU. aplicará esta medida a los trayectos desde 10 aeropuertos internacionales de ocho países: Egipto, Turquía, Jordania, Qatar, Marruecos, Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Kuwait.
Reino Unido excluye a Marruecos, Emiratos Árabes y Kuwait, pero incluye a dos países que Estados Unidos no contempla, que son Líbano y Túnez.
La medida entra en vigor el sábado y podría seguir vigente durante, al menos, seis meses. En EE.UU. afectará a 50 vuelos diarios y a grandes empresas como Etihad, Emirates, Qatar Airways o EgyptAir. En Reino Unido, la regulación se aplicará también a aerolíneas británicas como British Airways, EasyJet o Monarch.