La presidenta de la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia, Mar García Puig, invitó hace unos días a un grupo de menores de edad procedentes de distintas zonas de España al Congreso de los Diputados en jornada parlamentaria.
Uno de los estudiantes que participaron pidió a los políticos la creación de un Consejo Nacional de Participación Infantil para que los niños pudieran expresar regularmente su opinión. Además, se les debería informar de todo lo que pase en la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia. También se debatió sobre rebajar la edad mínima para votar a los 16 años, idea que gustó a los invitados.
Esta práctica es el resultado del IV Encuentro Estatal de Participación Infantil y Adolescente, celebrado en noviembre del año pasado. El objetivo de esta propuesta era que los niños pudieran hablar con los diputados y presentarles sus ideas y opiniones sobre cualquier tema (educación, salud e incluso refugiados).
En el encuentro participaron ocho menores de entre 14 y 17 años que, principalmente, enfocaron la conversación en el acoso escolar y la necesidad de impartir un aprendizaje “emocional”. Para lograr esto aconsejaron un mayor número de charlas y seminarios en los institutos públicos sobre la igualdad y experiencias de extranjeros.
El alcohol fue otro de los temas tratados durante la charla. Algunos menores defendieron que se debe prohibir la venta de este tipo de bebidas en supermercados y grandes superficies, y que se abran tiendas específicas para la compra de alcohol.
Respecto a estudios, se propuso el programa Releo. Este pretende cambiar los libros de texto a cuatrimestrales en vez de anuales y que se puedan compartir los libros entre los alumnos, sin ningún tipo de obstáculo por parte de los profesores.