Varios meses después de que saltara la alarma en la multinacional surcoreana por las peligrosas explosiones que sufría su modelo Galaxy Note 7 y que obligó a retirarlo del mercado e incluso a solicitar a los usuarios la devolución de sus dispositivos, Samsung asegura haber descubierto la causa del problema. La investigación ha encontrado dos errores diferentes en las baterías procedentes de los proveedores.
El primero fue un fallo en el cálculo de las dimensiones de la batería que acabaría desembocando en una deformación de las esquinas superiores. Esta anomalía provocaba un cortocircuito en alguna de las celdas, aumentando la temperatura del litio, que acababa con la deflagración de la batería, ardía.
A pocas semanas para la presentación de su nuevo buque insignia, el Samsung Galaxy S8, la empresa tecnológica ha sacado a la luz este informe en busca de recuperar la confianza del consumidor.
El segundo problema fue un defecto en el sistema de soldadura ultrasónica de los componentes. Este error podría deberse a un aumento exponencial en la petición de producción de la empresa a su segundo proveedor. La necesidad de fabricar un gran numero de baterías en poco tiempo, para entregar las unidades de remplazo, habría afectado tanto a la calidad de estas, como a los procesos de inspección en las fabricas de producción.
«Estos fallos se produjeron en parte por las especificaciones y demandas que nosotros exigimos a los proveedores. El Note 7 equipaba una batería del mismo tamaño que anteriores modelos pero con más capacidad de carga y necesitaba de nuevos procesos de fabricación y ensamblaje. Por ello, nos consideramos responsables del fallo producido», ha explicado DJ Koh, presidente de Samsung Mobile durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Corea del Sur durante la pasada madrugada (hora española).
En ella ha asegurado también que la compañía ha creado un comité de seguridad para baterías que a partir de ahora certificará los componentes y que está formado por varios investigadores e ingenieros de todo el mundo.
A pocas semanas para la presentación de su nuevo buque insignia, el Samsung Galaxy S8, la empresa tecnológica ha sacado a la luz este informe en busca de recuperar la confianza del consumidor y realzarse de cara a la carrera, que hay cada año, por conseguir tener el Smartphone más vendido del año.