Elly Schlein ganó las primarias del Partido Democrático (PD) de Italia, celebradas el 26 de febrero, y es la nueva líder de esta formación de centroizquierda, que defiende la socialdemocracia y las políticas en favor de medioambiente.
El proceso no estuvo falto de polémica. El favorito para ganar, Stefano Bonaccini, no consiguió los votos necesarios (53,8% de Schlein frente al 46,2% de Bonaccini), y este hecho ha provocado la reacción de algunos históricos del partido.
Giuseppe Fioroni, exministro de Educación y miembro fundador del PD, ha declarado que el proyecto de la nueva líder no tiene nada que ver con su historia y su cultura política. Fioroni dejó el PD un día antes de la elección de Schlein. David Allegranti, periodista en La Nazione, cree que con el resultado de las primarias «el PD está acabado», y argumenta que numerosos aliados de Schlein no eran miembros de la formación hasta hace pocos meses.
La elección de Elly Schlein representa un cambio de rumbo del partido, desde que dimitiera, en septiembre de 2022, Enrico Letta, derrotado en las elecciones generales. Schlein, exeurodiputada y actual parlamentaria, defiende una posición antagónica a la de la actual primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. Entre sus principales banderas políticas se encuentra la defensa de los derechos LGTB, el feminismo y la ecología.
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— YouTrend (@you_trend) February 26, 2023
Primarias para todos
Otro de los motivos que ha generado revuelo interno en el PD ha sido el método de elección: Unas primarias abiertas llevaron a Schlein al poder. Es decir, tanto militantes como gente de a pie pudieron participar en el proceso.
Un total de 1.600.000 italianos participaron en un proceso que estaba abierto a todos los ciudadanos mayores de 16 años. Además, existía la opción de votar vía Internet pagando un precio de dos euros. Este modo de votación solo estaba abierto para residentes en el extranjero, personas con discapacidad que no pudieran acudir a colegios y habitantes en lugares de Italia donde hubiera complicaciones para ir a votar.
Este sistema de elección despoja a los partidos políticos de la capacidad de determinar el futuro de sus formaciones. El PD cuenta con 400.000 afiliados, lo que significa que 1.200.000 votantes en las primarias eran externos a la formación. Estos números explican la sorpresa que causaron los resultados, ya que estos estaban desvinculados de las corrientes y opciones del partido.
Una visión nueva para un partido en caída
La visión de la nueva dirección del partido representa un giro a la izquierda de la formación. Schlein se autodenomina feminista, contraria al neoliberalismo y defensora de los derechos LGBT (ella misma ha declarado tener novia). Para algunos analistas, el partido se encuentra en un «proceso de refundación» que busca revertir los resultados de los últimos comicios.
En cuanto a su opinión sobre el apoyo a Ucrania en la guerra, Schlein se muestra rotunda. «Apoyamos el derecho de Ucrania a defenderse a través de cualquier forma de asistencia», declaró recientemente al medio italiano La7. Aunque también matizó: «Como pacifista, no considero que las armas puedan acabar con la guerra».
El principal partido de la izquierda italiana se enfrenta a un reto: reagrupar a sus militantes para poder mostrarse como alternativa de gobierno. Precisamente, la división fue uno de los factores que hizo al PD caer en las elecciones de septiembre. El Movimento 5 stelle, segundo partido de la izquierda, rechazó una alianza con el PD en las pasadas elecciones.