Noticia elaborada por María Soler Ramos y Sofía Chinea Amador
Con sorpresa, mucha tensión y una votación impredecible que ha arrojado 176 votos afirmativos frente a 175 negativos. Así se ha convalidado este jueves el Real Decreto que da luz verde definitiva a la reforma laboral. Han apoyado la propuesta el PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PdCat, Más País, Compromís, Coalición Canaria, PRC, Nueva Canarias, Teruel Existe y un diputado del PP por error. En su contra, lo han hecho el PP, Vox, PNV, EH Bildu, Junts per Catalunya, BNG, Foro Asturias, ERC, Mixto y los dos diputados de UPN, que han desobedecido las instrucciones dadas por la dirección de su partido.
Este hecho supone un cambio en el panorama habitual que se ha podido ver durante la legislatura de Sánchez, cuyos principales apoyos han sido algunos de los partidos que han votado en contra. ERC y EH Bildu han dejado claro que no supondrá un problema para el bloque de la investidura y que continuarán dialogando con el Gobierno en el futuro. “Mañana seguiremos hablando”, ha aclarado Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso.
El miércoles el presidente de UPN (Unión del Pueblo Navarro) anunció que el Gobierno contaría con los dos votos de sus diputados, imprescindibles para llevar a cabo la reforma. Sin embargo, ambos parlamentarios de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, finalmente han votado en contra del real decreto. “Votamos no a la reforma laboral. En política lo único que no puedes hacer es algo que no puedas explicar a tus votantes. Somos sus representantes y a ellos nos debemos. Por eso nunca tuve un voto tan difícil como hoy pero tampoco nunca lo tuve más claro”, declaró en su twitter Sergio Sayas.
He votado NO a la reforma laboral porque lo contrario hubiera supuesto un claro refuerzo a Sánchez, presidente de España con el apoyo de Bildu.
Y lo hago en coherencia con la oposición que estamos realizando desde el primer día, con el respaldo de miles de votantes.
— Carlos García Adanero (@GarciaAdanero) February 3, 2022
Sin su apoyo, la reforma no salía adelante. Ha sido un error del diputado del PP, Alberto Casero (que votaba desde casa porque estaba enfermo) el que ha permitido que la reforma fuera aceptada por tan solo un voto (175-174). Casero ha alegado que el sistema informático ha registrado mal su voto y ha pedido al Congreso que lo rectificaran. Meritxell Batet, presidenta del Congreso de Diputados ha rechazado su solicitud y ha justificado que el reglamento no contempla dicha situación.
Contexto del proceso
El Gobierno llegó en diciembre a un pacto con sindicatos y empresarios. Sin embargo, tras alcanzar un acuerdo en la Mesa de Diálogo y que, posteriormente, el Consejo de Ministros diera el visto bueno a la propuesta, la reforma debía aprobarse en el Congreso de Diputados. Es aquí cuando el Gobierno ha encontrado escollos.
El Ejecutivo presenta la reforma laboral como un real decreto ley. En términos prácticos, esto significa que el Congreso aprueba o rechaza la propuesta, pero no puede presentar enmiendas, es decir, no puede modificarse. De esta forma, el Gobierno agiliza el proceso, al ahorrarse el tiempo que dura la aprobación de una ley.
El “no” de los partidos nacionalistas
Los principales apoyos del Ejecutivo (ERC, BNG y EH Bildu) han mostrado su rechazo a la propuesta. A este conjunto del «no» se ha unido la CUP. La justificación de la oposición es que consideran que no deroga la reforma laboral del PP, de 2012, y que, por tanto, es insuficiente «para alcanzar el objetivo de restituir los derechos laborales básicos». «Apoyar la reforma laboral sería perpetuar la ley de Rajoy», ha apuntado Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu en el Congreso de Diputados.
A ello se le suma la imposibilidad de estos grupos parlamentarios de presentar enmiendas con el fin de proponer cambios en la reforma laboral.
Esta situación ha supuesto un dilema dentro del Ejecutivo y, en especial, para Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno de España. Díaz ha propuesto a estos grupos parlamentarios negociar posteriormente cambios en el mercado laboral. Sin embargo, ERC, EH Bildu, CUP y BNG no consideran esta opción y reclaman poder hacer las variaciones directamente en la reforma.
Ciudadanos, el principal apoyo del Ejecutivo
El partido de Inés Arrimadas ha decidido apoyar el proyecto si no se cambia “ni una coma” del texto presentado como borrador. Por esta razón, Pedro Sánchez ha decidido seguir adelante con sus tres premisas: no cambiar el texto pactado por los agentes sociales, no aceptar propuestas posteriores y no aceptar que se expida como proyecto ley.
Tres decisiones que impiden que exista cualquier posibilidad de modificar el texto. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se ha reunido con el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, para confirmar el apoyo del partido naranja a su propuesta de reforma laboral, que les concedería nueve votos. Sumados al apoyo de PSOE y Podemos, así como al de los partidos minoritarios, el Gobierno obtiene 176 síes.
Respecto a la decisión de Ciudadanos, el presidente del PP, Pablo Casado, les ha acusado de actuar como «salvavidas de Sánchez». «La ley actual funciona», ha expresado el líder del PP «y lo que funciona no hay que cambiarlo». Mientras, Bal ve «incomprensible» la falta de apoyo del PP a la reforma, ya que, según los miembros del partido «no se reforma más que el 10% de su propia propuesta del marco laboral».
Ahora sí. Diez años después, nuestro país dice hoy adiós a la nefasta #ReformaLaboral del PP.
Nos alejamos de la precariedad y la temporalidad para construir relaciones laborales en igualdad y con más derechos.
¡Gracias a todas las personas que lo habéis hecho posible! pic.twitter.com/qEeUzeQoAL
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) February 3, 2022
El contenido de texto
La reforma laboral, cuyo principal objetivo era finalizar con los contratos de trabajo temporales, fue implementada en el BOE el pasado 28 de diciembre. También pretende promocionar los contratos indefinidos y reforzar los formativos para facilitar la incorporación de los jóvenes al mercado laboral.
Las modificaciones sobre negociaciones colectivas engloban la prioridad de aplicar el convenio colectivo de empresa en todos los temas, salvo en el salario base y complementos salariales (entre los que se incluyen los relacionados con la salud y resultados de la empresa).
Asimismo, el contrato temporal se limita a dos tipos: por circunstancias de la producción y por sustitución de la persona trabajadora. En la primera categoría, el contrato tendrá un límite de seis meses, ampliable al año, en caso de que el convenio así lo decida, y solo podrá ser prorrogado en una ocasión. La segunda modalidad requiere que el contrato de sustitución pueda comenzar 15 días antes de que el trabajador al que se va a reemplazar se ausente.
El contrato fijo discontinuo, que ya estaba regulado en la anterior legislación respecto a las necesidades de la empresa, se ajusta en esta nueva reforma. Los contratos adquirirán la condición de fijos cuando se den alguna de las siguientes circunstancias: uso fraudulento de los contratos temporales, la contratación encadenada por problemas con la producción y, por último, cuando una persona trabaje más de 18 meses en un plazo de dos años, con más de un contrato.
El Gobierno también ha propuesto la creación de contratos formativos (de formación en alternancia y para la obtención de la práctica profesional). Además, se han aplicado cambios en la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social, en la que se considera incumplimiento no informar sobre puestos vacantes en la empresa y se impondrá una sanción por cada contrato fraudulento. Se juzgarán como infracciones graves contratar a gente durante un ERTE, al igual que realizar externalizaciones durante este.
Estos cambios entraron en vigor el 31 de diciembre de 2021, salvo los nuevos contratos temporales y los límites a estos, que se introducirán a partir del 31 de marzo de 2022.