España mantiene su postura y la ministra de Defensa, Margarita Robles, insistió el pasado lunes que España está «por la paz» y por misiones de disuasión y desescalada, que son las que se vienen desarrollando en el marco de la OTAN.
Florentino Portero, profesor de Historia y director del Máster en Acción Política en la Universidad Francisco de Vitoria, ha afirmado en una entrevista concedida a Comunidad UFV, programa de Onda Universitaria: que «Estamos ante una negociación de carácter diplomático de gran calado».
El Ministerio de Defensa ha anunciado que España ha mandado su fragata Blas de Lezo al mar Negro. Además, ha ofrecido a la Alianza Atlántica el despliegue de cazas en Bulgaria. La fragata de las tropas españolas se ha dirigido al mar Negro para formar parte de la misión de la OTAN. Asimismo, España ya participa en otras misiones del organismo, como en Letonia. Además, espera mandar también efectivos a Bulgaria.
Este movimiento, producido con el objetivo de apartar a Rusia de su posible operación armada contra Ucrania, ha causado diferencias entre el propio Gobierno de coalición español. Los socialistas defienden que «la política exterior la marca el presidente del Gobierno» y que, aunque el escenario actual es el del «diálogo», hay que prepararse para la «disuasión».
Margarita Robles ha afirmado que, en este conflicto, todos los países siguen una misma idea, «Rusia no puede decirle a ningún país lo que tiene que hacer», por ello «la OTAN va a proteger y defender la soberanía de cualquier país que quiera entrar».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avisado a Rusia de que si finalmente ataca o invade Ucrania, habrá «sanciones importantes» para el país por parte de la Unión Europea.
Ante las declaraciones del presidente, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, aseguró su apoyo al Gobierno, a pesar de llevar nueve meses sin hablar directamente con Pedro Sánchez, ni haber mantenido contacto con La Moncloa ni tener más detalles de los publicados en la prensa. «El Gobierno tendrá todo nuestro apoyo en el marco de las acciones y compromisos que tiene con la OTAN», expresó Casado.
Lo que todos afirman, a pesar de la ideología que representan, es que si estalla la guerra con Ucrania, puede tener consecuencias para España. «Quien mejor entiende al pueblo es quien mejor interpreta al pueblo», ha expresado Florentino Portero.
Hasta ocho partidos políticos de España han firmado un manifiesto en el que defienden el diálogo con Rusia y rechazan que la OTAN respalde militarmente a Ucrania. «Solamente los occidentales entendemos que el individuo está por encima de», ha opinado Portero sobre que las personas están por encima de lo material.
Este manifiesto, titulado Manifiesto por la paz y para evitar una nueva guerra en Europa: desescalada y diálogo, no envío de tropas ni armamento a Ucrania, asegura que «la Unión Europea debe evitar verse arrastrada y formular propuestas concretas de desescalamiento que eviten un conflicto que perjudique gravemente a Ucrania y a toda Europa».
Podemos, En Comú Podem, Izquierda Unida, EH Bildu, Más País, CUP, BNG, Compromís y Alianza Verde califican de «rechazo frontal» su postura sobre mandar tropas a Ucrania y aseguran que la situación actual, «solo puede resolverse a través del diálogo, la distensión y el convencimiento de que la paz es el único camino».
El PSOE anunció, por medio de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que España enviaría apoyo logístico al mar Negro en colaboración con la OTAN, con dos buques de guerra y varios cazas de combate. Han elegido Bulgaria como destino, ubicado junto al mar Negro, que supone un punto de conexión entre Rusia, Ucrania y la Europa balcánica.
El Partido Popular, Vox y Ciudadanos se han mostrado favorables al envío de tropas. Es una escalada bélica que no se veía en niveles tan altos desde la invasión rusa y posterior anexión de Crimea, en el año 2014, y el actual enfrentamiento entre ucranianos unificadores y separatistas pro-rusos, que ha dejado ya más de 13.000 muertos.
Posición de Rusia
Rusia ha repetido en varias puntos que no tiene intención de atacar o invadir Ucrania. No obstante, todavía mantiene desplegados 100.000 soldados en distintos puntos de sus fronteras con la antigua república soviética.
«Si este planteamiento diplomático de Rusia no saliera bien, cabe considerar una operación de carácter militar, por el cual Rusia mostraría su fuerza y consiguientemente la debilidad de Estados Unidos haciendo algo en Ucrania», ha afirmado Florentino Portero.
La OTAN ha reforzado el flanco oriental con el envío de más barcos y aviones para «mejorar la disuasión y la defensa» de la zona. Asimismo, la Alianza Atlántica ha comunicado unos movimientos, con lo que quieren dar respuesta al incremento de la tensión por la concentración militar rusa en sus fronteras con Ucrania y si fuese necesario, una intervención en la exrepública soviética.
«El marxismo fracasó, no fue capaz de mantener conexionada a la Unión Soviética y de sus ruinas se ha forjado una nueva Rusia, que por una parte es una reivindicación del imperio zarista, y por otro lado, los viejos marxistas como Putin han recuperado la Iglesia ortodoxa y han añadido a este cóctel leninismo, es decir, el liderazgo esta por encima de todo», ha explicado Portero.
Los expertos descartan una invasión completa de Ucrania, pero sí ven probable una incursión en la región de Donbass, una zona rica en minerales, que pretende declararse independiente y que está en el punto de mira del presidente ruso para anexionarla, como ya ocurrió con Crimea.
«Biden se juega mucho, no controla su partido, no consigue sacar leyes importantes adelante. Si cosecha otro ridículo tendrá otro problema aún mayor, porque su fiabilidad sufrirá aún mas de lo que ha sufrido en Afganistán», ha afirmado Portero, sobre el papel de Estados Unidos.
Julianne Smith, embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, ha afirmado que «los aliados están centrados en asegurar que Rusia entienda que si eligen otra senda, la Alianza está preparada para todas las contingencias».
«Estamos preparados para imponer consecuencias masivas sobre Rusia si eligen el camino del conflicto. Haremos lo que necesitemos hacer para mejorar la disuasión y tranquilizar a nuestros aliados, en particular en el flanco este, mientras ellos (Moscú) siguen moviendo tropas hacia la frontera ucraniana», ha expresado Julianne Smith.
Consecuencias del conflicto
La tensión surgida entre la OTAN y Rusia ante Ucrania ha influido en el incremento del coste del gas en Europa, que se trasladará a los precios de consumo.
El precio del gas natural se ha disparado un 320% en tasas interanuales. El barril de petróleo cotiza por encima de los 88 dólares, y es su nivel más elevado de los últimos siete años. El 8,7% del gas que importó España el año pasado vino de Rusia, según las cifras del Boletín Estadístico de diciembre, publicado por Enagas.
Desde el Gobierno, la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, ha asegurado en un acto que el suministro de gas natural está garantizado en España pese a la tensión militar con Rusia.
Ribera, también ha reconocido que la situación les «inquieta». «Es un tema muy sensible. España cuenta con una posición sólida en cuanto a la garantía de suministro. Además, la infraestructura de regasificación de la que disponemos, permite el rápido acceso a gas natural licuado por barco y, por tanto, no hay problema de abastecimiento», ha añadido.