Redactado por Cristina Camacho y Yago Vázquez
La Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales ha emitido un informe con los datos de las personas dependientes, en 2020, en España. «Ni siquiera en un año marcado por la pandemia, que ha afectado de manera terrible, se incrementó el presupuesto con un solo euro en una medida extraordinaria», indicaron.
La lista de espera para los dependientes ha tenido una disminución, como consecuencia de que una parte falleció en 2020. Según el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, de las, aproximadamente, 250.000 personas que estuvieron esperando, un 22,26% perdieron la vida sin tener una resolución de su petición. Un 80,73% del total de fallecidos tenía más de 80 años. Además, el documento señala que hay un exceso de mortalidad debido a la pandemia del coronavirus, en la que más de 52.000 personas murieron.
La asociación también incluye a las personas que aún siguen esperando una ayuda: más de 230.000 personas. De ellas, un 41,5% no ha recibido ninguna atención y tiene una dependencia de grado II y III. Otros 141.556 dependientes no han recibido ninguna valoración hasta el día de hoy.
La asociación ha explicado que continúan las desigualdades en la gestión de las comunidades autónomas. Ocho han superado la prueba, mientras que otras han bajado de media estatal, hasta un cuatro, por lo que alertan de un retroceso en el sistema. Otras siete CC. AA. han aumentado su puntaje con respecto a 2019. Sin embargo, algunas regiones, como la Comunidad Valenciana y Asturias, han mejorado su tasa de personas atendidas.
Los datos más “preocupantes” son de las comunidades de La Rioja, Canarias y Cataluña, que muestran que tienen muchos dependientes en el limbo. También Cataluña, Andalucía y Madrid son los lugares que más desatención tienen y que suponen el 68% de España, con dificultades en el sistema para pedir ayudas.
Tal y como ha informado la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, el resultado del saldo del Plan Individualizado de Atención (PIA) señala que se hay una cierta recuperación iniciada en 2015, después de dos años (2013 y 2014) en los que las atenciones eran menores. Tras el comienzo de la mejora, hubo un despegue en 2017 y 2018. El crecimiento neto anual alcanzó los 60.295 servicios y prestaciones en 2019, pero en 2020 ha llegado a 7.186, es decir, un 88% menos.
A causa de la pandemia, se presenta un descenso de 8.283 servicios de centros de día y de 14.348 en las residencias. El informe ha tildado la situación en algunas comunidades de “preocupante”. Esto se debe a la “enorme” lista de espera que hay para personas dependientes.
El 3,6% de los españoles necesitan apoyos -en mayor o menor medida- para poder desarrollar las actividades básicas y cotidianas. Desde 2014, y por primera vez, ha disminuido la cantidad de personas que están en situación de dependencia. Esto supone que 28.564 personas menos son reconocidas como gente que no se puede valer por sí misma.
En 2020, ha habido una ratio de 35 empleos directos por millón de euros de gasto público, y la tasa de retorno ya asciende al 40%. Por primera vez en toda la serie histórica, el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia ha disminuido el empleo generado, se han perdido 7.000 puestos de trabajo.
Con respecto a los costes de los servicios y prestaciones, en 2020 ascendieron a 9.132 millones de euros. Casi el 80% de ese dinero lo aportaron las administraciones públicas, y lo restante, personas en forma de “copago regulado”.