La Universidad Francisco de Vitoria (UFV) acogió, el 9 de marzo, la sesión del Aula de Liderazgo España, Constitución, Libertad. 1996–2004, con periodistas de El Mundo, El Confidencial y ABC. El expresidente del Gobierno José María Aznar debatió con los presentes sobre el papel que tuvo el PP tras la victoria en 1996 y los hitos que marcaron a España. Además, respondió a preguntas de los alumnos y señaló que este acto estaba dedicado a ellos, para que conozcan aquellos años.
«Creo en la política posible y en la España posible. Hay una deseable, mucho mejor que la que tenemos, pero tenemos que intentar construirla», señaló Aznar al hablar sobre la política que realizó durante su mandato. Sin embargo, afirmó que no cree que se pueda conseguir en la actualidad si no hay propósitos y objetivos comunes. «Mantengo mis posiciones con todas las consecuencias hasta un punto donde se hace imposible el acuerdo», añadió.
El expresidente recordó que la mayoría absoluta que consiguió en 2000 empezó un cambio. «La mayoría social española había cambiado», afirmó. Aznar reflexionó sobre el proyecto que marcó su partido y pidió uno nuevo en el que se puedan identificar los españoles, en la senda de la moderación y ser un imán: «Si el centroderecha quiere ganar las elecciones, tiene que estar unido».
«Prevalecen más las sombras que los logros», señaló la columnista Maite Rico.
Además, Aznar planteó que un pacto entre PP y PSOE hubiera sido una realidad si no existieran pactos con los extremos. «Debería ser posible un acuerdo entre los partidos más grandes para poner límite al abuso en el Estado de derecho, creo que es un elemento fundamental», indicó. Por último, pidió a las universidades y medios de comunicación que las batallas de las ideas sean impartidas, o conducirán al desorden.
La visión de los periodistas
El director adjunto de ABC, Manuel Marín, rememoró la victoria de Aznar como «una noche especial». «La revolución liberal que supuso en el sistema laboral, como un 12% en el paro o la llegada del euro. Recuerdo los consensos o la recuperación del Eje Atlántico y el peso ganado en Europa», señaló. Marín apuntó que aquella legislatura fue un factor político que dejó abierta la cohesión de una derecha.
«Prevalecen más las sombras que los logros», aseguró la columnista de El Mundo Maite Rico. Vivió desde lejos el cambio, pero sintió una polarización en las elecciones de 1996 por la corrupción del PSOE. También quiso plantear al expresidente si los dos grandes partidos habían tenido la culpa del crecimiento de los nacionalismos. «Si Majestic no hubiese funcionado, no seriamos miembros del euro, ni crecimiento económico y no hubiéramos conseguido la mayoría absoluta en 2000», respondió Aznar.
El jefe de opinión de El Mundo, Jorge Bustos, declaró que el expresidente estableció un camino a una hegemonía liberal. Sin embargo, cree que la alternancia termina con las declaraciones del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, al negar su vuelta a La Moncloa. «Hay un momento de desmoralización. La guerra civil de la derecha imposibilita que Casado vuelva al Ejecutivo», aseguró Bustos.
«Hay que tener una política organizada, hacer una fuerza y plantear una alternativa. Las tres van unidas», aseguró Aznar.
«Hay que verlos con diferentes etapas, algunas mejores y otras peores», reflexionó el director adjunto de El Confidencial, Carlos Sánchez. Además, comentó que los populares llegaron al Gobierno en una situación difícil. Para él, los primeros años fueron de objetivo de país para que España no quedara retrasado con el avance de Europa. El último, que comienza en 2002, acelera todos los procesos históricos, como la victoria de un partido que no estaba previsto.
Los alumnos toman la palabra
La moderadora del evento, Angie Rigueiro, lanzó las preguntas que escribieron los universitarios durante la charla. Ante la pregunta sobre la situación del PP, Aznar afirmó que están en situación «mejorable». En cuanto al cambio de la sede de Génova, señaló que una mudanza se debe hacer bien.
La pregunta de las redes sociales causó un debate entre todos los presentes. Aznar y Bustos coincidieron en que es un sistema basado en el anonimato, donde todo aquello es socialmente inaceptable. «La mayoría social está fundamentada en ello. Eso hace sociedades imposibles», determinó el expresidente. Sin embargo, Sánchez aseguró que no pueden pedir siempre las identificaciones de los usuarios. Rico señaló que los políticos no deben tener redes porque son nocivas.
Finalmente, Aznar concluyó diciendo que la oposición debe ser útil. «Hay que tener una gran fuerza política organizada, hacer una fuerza y plantear una alternativa. Las tres van unidas. Es cuestión de acierto y utilidad», destacó el expresidente.