Noticia redactada por Cristina Camacho y Andrés Pelayo
El Aula de Liderazgo del Instituto Atlántico de Gobierno y la Universidad Francisco de Vitoria recordaron los 25 años de la primera victoria de José María Aznar en las elecciones generales, en 1996, con una sesión dedicada a la figura del expresidente del Gobierno, celebrada este 2 de marzo. En ella, Aznar estuvo acompañado por el actual líder del Partido Popular, Pablo Casado, quien quiso formar parte del evento para rememorar la trayectoria del exmandatario.
La unión de ambas figuras supone una reivindicación por parte de Pablo Casado, quien a lo largo de sus intervenciones en la UFV rechazó una ruptura total con el partido y con sus figuras anteriores. El momento en el que el actual líder del Partido Popular reafirmó su pertenencia a las siglas del partido fue cuando rechazó refundar la formación, posibilidad que se apuntaba desde algunos medios, tras la salida de Génova 13. «Pinchan en hueso aquellos que pretendan dividir a la nueva generación del PP con nuestros predecesores”, reiteró Casado.
Casado alabó la figura del expresidente, al que agradeció la unificación del centro-derecha, en 1991, situación de la que ahora él no disfruta y ante la que se encuentra con el desafío de “reunificar un espacio dividido”: “Aznar movió al partido donde estaba la mayoría social, y yo tengo que mover la mayoría a la moderación en la que está el PP”.
Además, Casado no perdió la oportunidad de defender el proyecto de su partido ante los más críticos con el nuevo rumbo del PP. Con respecto a la posibilidad de un cambio de liderazgo, el líder de la formación rechazó abandonarlo en este momento y reclamó la oportunidad de un periodo que le permita encauzar los ideales y planes que reserva para la formación, siempre dentro de la “paciencia y la prudencia”. Casado destacó el papel de la prensa y le achacó parte del fracaso que el PP ha vivido en Cataluña, ya que, defendió, los medios no se centraron en hablar de las propuestas de los populares en el territorio ni en los recursos de inconstitucionalidad presentados en contra de normas propuestas por el Gobierno, sino que estuvieron centrados en “la corrupción”, en referencia al comienzo del juicio por la caja B del PP.
“Aznar movió al partido donde estaba la mayoría social, y yo tengo que mover la mayoría a la moderación en la que está el PP”, destacó Pablo Casado.
Ninguna de las dos figuras presentes quiso atacarse. A pesar de que el domingo, el expresidente del Gobierno criticó la “ausencia de una idea y un proyecto claro” en la actual formación, José María Aznar deseó mucha suerte a Casado durante su periodo al frente del Partido Popular, “por el bien de España”.
Figuras académicas arropan al expresidente
Isabel Estapé, académica de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, señaló que una de las características principales de Aznar fue que supo mandar, estuviese acertado o no. “Cuando hay momentos convulsos se necesita un mando”, aseguró. Estapé comparó el terreno económico de hoy en día con la política económica que llevó el Gobierno de Aznar. “Nos llevó de la mano de Europa y hubo una transformación”, añadió. La académica alertó sobre su preocupación por la nueva oportunidad que hay con los fondos europeos.
Estapé recordó que durante la legislatura del expresidente Aznar había momentos de respeto con otros partidos políticos. Sin embargo, aseguró que el Pacto de Majestic con los nacionalistas catalanes fue “muy caro” y que las renuncias que se hicieron fueron “elevadas”. También, lamentó que la consideración se había perdido por parte de los gobernantes de Cataluña.
«La victoria de Aznar supuso la normalización de un cambio, en el que la gran noticia fue movilizar a las personas y llegar a La Moncloa», defendió Manuel Álvarez Tardío.
“Hay gente que piensa que gobernar es gastar, y no, es decidir. Si tenemos un objetivo hay que ir a por ello”, indicó el vicepresidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), Manuel Pizarro. El exdiputado del PP afirmó que todas las crisis económicas son iguales por la falta de determinación y ambición de los altos cargos. Aseguró que Aznar fue quien dirigió como “un buen comerciante”. “Con determinación, al final, se sanean las familias, empresas y estados. Cuando no se sabe dónde se va, no se llega a ningún lado”, finalizó.
Además, analizó la situación de España. “Gobernar no es gastar, es decidir”, reafirmó. Por ello, aseguró que las crisis son momentos de oportunidad para aquellas personas que saben a dónde tienen que ir, y declaró que cuando se pone el dinero en un buen lugar, viene bien, como en la competitividad. Asimismo, puso de ejemplo a Ana Botella, con una gestión “modélica”, al sanear con medios y fondos.
Manuel Álvarez Tardío, catedrático de Historia del Pensamiento y los Movimientos Sociales y Políticos de la Universidad Rey Juan Carlos, culpó a la izquierda y al mundo mediático y cultural de no aceptar esa realidad por contribuir a la fragmentación. “El Partido Popular ha tenido responsabilidad en algunos fallos para su desprestigio, pero se produce una demolición progresiva desde 2004, que es el que afecta en que algo hay que hacer para que el PP no vuelva a arrasar”, aseguró.
Álvarez Tardío habló sobre la importancia de la reunificación del centro-derecha. Utilizó como ejemplo las elecciones de 1996 por la consolidación de la democracia. “Hay que comprender que en política hay aspectos que no son previsibles, pero la historia nos demuestra debilidades y fortalezas”, afirmó. “La victoria de Aznar supuso la normalización de un cambio, en el que la gran noticia fue movilizar a las personas y llegar a La Moncloa”.
Además, alertó sobre la existencia de numerosos partidos y la imposibilidad de gobernar cuando el sistema parlamentario no deja gobernar. “La gran enseñanza es que España se consolida como una democracia europea gracias a la normalización del bipartidismo”, señaló.
Finalmente, concluyó que centrar no es lo mismo que ser moderado. “A mi juicio, es comprender que el PP tiene que dejar de ser el de Fraga, pero tiene que seguir arrastrando su voto y sumar”, afirmó el catedrático. Además, recomendó a Casado que consiga comprender que la alternancia consolida la democracia cuando el centroderecha se encuentra en una posición segura donde consigue atraer. “Esa fortaleza consiguió convertirse en algo que tiene un rumbo donde varios se van sumando”, determinó Álvarez Tardío.