Fracasa la moción de censura de Vox

- ESPAÑA - 23 de octubre de 2020
Santiago Abascal en su discurso sobre la moción de censura. FOTO: Twitter @Congreso_Es
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Noticia redactada por Paula Burgos, Cristina Camacho, Nuria Usero y Yago Vázquez.

La moción de censura de Santiago Abascal al Gobierno de Pedro Sánchez no salió adelante, por 298 votos en contra, tras un debate de 16 horas -la sesión se interrumpió a las 21:00 horas y continuó a las 9:00 de la mañana del día siguiente-, donde intervinieron el candidato a la Presidencia, Santiago Abascal, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los representantes de los grupos parlamentarios, como Pablo Casado y Pablo Iglesias. La intervención de Casado, trufada de críticas a Abascal, fue ampliamente aplaudida por la bancada popular y se convirtió en la gran sorpresa de la jornada.

Ignacio Garriga, líder de Vox en Cataluña, fue elegido por Santiago Abascal para defender la moción de censura contra Sánchez. Comenzó el primer discurso calificándola como «un deber nacional fruto de la inacción de otros grupos políticos, una necesidad». Después, le recordó a Sánchez que prometió no pactar ni con Podemos ni con Bildu, pero que «no le importó ni la unidad de España ni la prosperidad económica o los cientos de muertos por la banda terrorista de ETA con tal de calmar su ambición de poder». 

«¿Cómo es posible que ante la alianza de un Gobierno de separatistas no voten a favor de esta moción de censura?», preguntó Garriga.

Garriga continuó con la gestión de la pandemia y subrayó que no hicieron nada, a pesar de tener información, y puso de ejemplo la manifestación del 8-M. Prosiguió acusándoles de no salvar la economía ni la salud, ya que «miles de españoles están en paro sin saber cuándo cobrarán el ERTE». Además, señaló al Gobierno de «querer acabar con la Corona» tras el veto de Sánchez al Rey Felipe VI en Cataluña y recalcó que Vox no permitiría manchar la imagen impecable del monarca. Por último, Garriga manifestó que «mientras los mayores morían por la ineficiente gestión del Gobierno», Sánchez ya hablaba de una ley a favor de la eutanasia. «Por todo esto, no se entendería que ningún diputado no apoyara esta moción», concluyó.

Santiago Abascal comenzó su discurso diciendo que «Pedro Sánchez es el peor presidente en 80 años de historia y su Gobierno el peor del mundo en la gestión de la pandemia». También aprovechó para acusar a China de haber ocultado la información de la pandemia y pidió que pagase por sus actos.

Abascal quiso dejar claro cuál era el objetivo que tenía Vox en el Congreso: «La moción de censura no es solo para retratarle, sino para que los diputados reflexionen sobre un Gobierno que se ha portado de manera criminal». Además, remarcó que «los españoles que estén hartos de sus mentiras pueden estar seguros de que siempre estarán representados». Terminó su intervención pidiendo el apoyo del Partido Popular.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue el primero en intervenir después del discurso de Santiago Abascal. Comenzó su intervención destacando que la moción de censura propuesta a su Gobierno no era «constructiva» y enumeró las reformas económicas que su Ejecutivo había llevado a cabo ante la pandemia.

Sánchez insistió en que la moción de censura de Abascal no conseguiría el sí, y que el objetivo principal de esta era dividir, provocar y enfrentar a todos los grupos políticos. Añadió que para el líder de Vox, el Gobierno de España es «peor que todos los vividos bajo Francisco Franco» y que Abascal no tiene «soluciones efectivas para los problemas reales, no le interesa la libertad de los ciudadanos». «No es un patriota, ya que le sobra la mitad de los compatriotas», destacó.

El presidente también usó sus múltiples intervenciones para interpelar al líder del Partido Popular, Pablo Casado, y pedirle que votara no a la moción de censura de Abascal: «Proclame que la derecha española nada tiene que ver con la ultraderecha. Usted es el blanco de este ataque, no el beneficiario. Le pido que vote no». 

El discurso más aplaudido
Pablo Casado comenzó calificando la petición de Santiago Abascal como «una moción de impostura» que hacía perder el tiempo debido a la llegada de la segunda oleada del coronavirus a España. También le recordó que los números no daban porque no tenía una mayoría alternativa para que fuese presidente del Gobierno y criticó que había «disparado» al partido donde fue militante durante 15 años. 

«No es el primero que quiere suplantar al PP, pero le adelanto que será el último», afirmó Casado.

Casado comentó que, en los dos años desde su llegada al Congreso, no había comentado nada malo de Vox porque tenía respeto a su electorado, ya que aceptó que el desencanto con su partido les había alejado. Sin embargo, se dirigió a ellos para decirles que él compartió ese sentimiento y que por ello decidió presentarse como presidente del Partido Popular. Entre las críticas que hacía al candidato a la Presidencia, también se refirió al Gobierno de Sánchez considerándolo el «peor en 40 años«. No obstante, tardó poco en volver a reprochar a Abascal por el pleno por ser un espectáculo y no una política «real».

Casado defendió a su partido definiéndolo como uno que «no quiere ser de la ira, del miedo o de la manipulación». «Somos un partido de la libertad, del progreso, de las autonomías. El Partido Popular no es nuestra patria, nuestra patria es España, y por ella hemos pagado un tributo de sangre que ahora ustedes pisotean. Por ello, el PP votará no. Yo no quiero a España porque sea perfecta, la quiero para que lo sea», concluyó. Al finalizar su intervención, toda su bancada lo aplaudió durante varios minutos.

Otro de los momentos más ovacionados fue la subida a la tribuna de la diputada Aína Vidal, de Unidas Podemos, que fue diagnosticada de cáncer el pasado mes de mayo. «La última vez que pisé este hemiciclo elegíamos al presidente del Gobierno. Hoy parece más bien que está en disputa quién es el jefe de la oposición», declaró Vidal durante su discurso. De su grupo parlamentario de Unidas Podemos, únicamente intervinieron mujeres, como anunció el partido días antes: Lucía Muñoz, Sofía Castañón y Roser Maestro.

El vicepresidente Pablo Iglesias también pidió el turno de palabra tras la intervención de Casado y Abascal. Iglesias aprovechó para dirigirse al líder del PP y explicarle que la moción de censura de Vox es contra él. Afirmó que Vox utiliza al Rey como un «significante identitario» y asegura que «no son monárquicos». También respondió a las risas de Inés Arrimadas, pidiéndole que no se riera y haciendo una semejanza entre su resultado electoral y la foto de Colón.

Finalmente, antes de que comenzara el escrutinio de los votos, el presidente usó su último turno de palabra para anunciar que estaba dispuesto a paralizar la reforma del CGPJ y negociar con Pablo Casado, si este aceptaba. Sin embargo, el Partido Popular tuiteó que sus condiciones seguían siendo «excluir a Podemos del proceso».

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