Cuatro grafiteros del barrio madrileño de Carabanchel ingresaron en prisión preventiva el pasado 20 de marzo por realizar un «palancazo» en un tren de cercanías de Madrid para después pintarlo. Además, los cuatro detenidos formaban parte del grupo OFCS, al que se le acusa de 26 delitos de daños por valor de 170.000 euros.
Según el Ministerio del Interior, los jóvenes asaltaron el vagón y provocaron el pánico entre el resto de viajeros al grito de «atentado», a la vez que rociaban detergente, hechos que niegan amigos cercanos. «Lo del grito de atentado y el uso del detergente no puede ser verdad, yo he pintado con ellos muchas veces», asegura un grafitero de Carabanchel. «No han matado a nadie, solo han pintado un tren», concluyó.
Los jóvenes accedieron al tren en la estación de Vallecas el pasado mes de febrero, forzaron una parada de emergencia y evacuaron el tren para poder pintar sus grafitis. Los viajeros se vieron obligados a abandonar el convoy por las vías por las que seguían circulando con normalidad el resto de trenes. Además, el maquinista llegó a perder el control del convoy y tuvo que correr desde la cabina hasta la cola del tren para recuperarlo.
No es la primera vez que realizan esta técnica, llamada el «palancazo». Al grupo OFCS se les acusa de 26 delitos de daños por un valor de 170.000 euros y 13 delitos de desorden público.
Gran gasto en limpieza de grafitis El año pasado, según datos publicados por Renfe y la Comunidad de Madrid, Metro y Cercanías gastaron 4’6 millones de euros en limpiar 770 grafitis pintados en los trenes.
En Madrid se blanquearon hasta más de 16.000 pintadas el año pasado. Las zonas en que más pintadas grafitis fueron, según el Ayuntamiento de Madrid, Centro-Argüelles (2.560), Ciudad Lineal (2.370) y Tetuán (1.880).